Heavy Rain pierde 10 millones de euros a causa de la segunda mano

Seguimos dándole vueltas en forma de números a la situación actual del mercado del videojuego, centrándonos en las declaraciones de Guillaume de Fondaumiere confundador de Quantic Dream estima que el estudio galo ha perdido entre 5 y 10 millones de euros tan solo en royalties de Heavy Rain debido al mercado de segunda mano.

Foundaumiere explica estos datos de la siguiente manera «Básicamente hemos vendido, en todo este tiempo, dos millones de copias en todo el mundo, pero gracias al sistema de Trofeos de PlayStation 3 podemos ver que lo han jugado tres millones de jugadores», por lo tanto reconoce amargamente que «Existe un millón de usuarios que han jugado a Heavy Rain sin pagar un céntimo a la propia desarrolladora del mismo».

Al hilo de la noticia de las ventas de videojuegos en España y del estado del sector en general podemos analizar las palabras del propio Foundaumiere que siguió intentando encontrar una explicación a estas pérdidas culpando de ellas al impacto sufrido en el sector por la crisis económica que ha derivado en un auge del mercado de segunda mano, auge que a su vez ha privado a los títulos de las grandes compañías de embolsar esos preciados royalties que se pierden para las desarrolladoras cuando el usuario recurre al mercado de ocasión.

El desarrollador galo intentando encontrar una solución a la situación que vivimos  no cree que el comportamiento del comprador sea el problema de fondo y que la resolución a estos problemas ha de pasar por «desarrolladores, editores y distribuidores, los cuales debemos sentarnos para buscar la forma de dirigir este mercado, en lugar de esta guerra cruzada en la que nos estamos disparando los unos a los otros […] debemos encontrar un equilibrio que satisfaga las expectativas de los consumidores, de las tiendas, pero también la de los editores y desarrolladores, de tal modo que siga siendo un negocio rentable «

¿De que soluciones estará hablando, disminuir el precio de los juegos?. Lo único que está claro es que parece que le han visto las orejas al lobo y saben que el usuario no es tonto y que no estamos dispuestos a pagar más por algo que podemos encontrar mucho más barato. Que tomen nota las distribuidoras y empresas que operan en el mercado español y empiecen a plantear el futuro de la industria antes de que sea demasiado tarde.

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