Después de tantísimo triple A que nos hemos encontrado últimamente y con los que aún está por llegar, ha caído en nuestras manos Kalimba, título desarrollado por Press Play. Hemos tenido acceso a probar este juego que saldrá el próximo mes de diciembre para Xbox One y solo tenemos una palabra para él: adictivo.

Nunca nos cansaremos de repetir que los gráficos no hacen un juego. Lo que hace que un título funcione es la historia, la diversión que le produce al jugador y las sensaciones que transmite. Que sea atractivo para el ojo humano es algo importante pero no imprescindible.

Con Kalimba nos encontramos en ese punto. Un juego que visualmente no llama mucho la atención pero que entretiene y divierte más que otros títulos con gráficos fotorealistas. No nos vamos a encontrar personajes con un nivel de detalle exquisito, ni entornos maravillosos en 3D repletos de momentos icónicos, ni nada de eso. No, es un juego en el que somos una mujer chaman (el juego a veces se refiere a ella como Diosa) que ha sido atacada por otro malvado chaman de una zona oscura. Nuestro tótem ha sido esparcido por las tierras que nos envuelven y como en todo videojuego de fantasía que se tercie, nuestra protagonista tiene la opción de volver a la vida y poseer unos tótem. Dos fichas de color verde y morado que manejaremos a la vez de muchas maneras.

¿Cuál es el objetivo de nuestro personaje?

Venganza. Sí, esto nos gusta a todos. Cuando una injusticia recorre el mundo somos los primeros que clamamos sangre y este juego nos la va a proporcionar, aunque no de esa manera tan literal.

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Kalimba es una aventura en la que nuestra habilidad, nuestros reflejos, nuestra imaginación y nuestra pericia se pondrán a prueba. Tendremos unas piezas que recolectar, 70 por escenario, para poder recuperar nuestro tótem. Dependiendo de nuestras habilidades podremos conseguir tres tipos de tótem: el dorado (si hemos recogido todo y no nos han matado ni una sola vez), el mejorado (si hemos hecho un buen nivel y hemos recogido, restando las muertes, entre 60 y 69 piezas) y el normal. Iremos aumentado nuestro tótem de altura y así desbloquearemos nuevas zonas que la “diosa” podrá poseer.

Los puzzles que nos vamos a encontrar son una mezcla de pericia con visión espacial y timing. Tendremos que estar atentos a los sonidos (las piezas cuando las tocamos producirán unos sonidos que son música celestial para nuestros oídos), a los colores, a las formas, a la gravedad, a los enemigos… Todo estará dispuesto en nuestra contra para que, ya sea por A o por B, en algún momento perdamos el control y muramos.

Seremos dos piezas de tótem que tienen que llegar sanas y salvas al final del recorrido salvando obstáculos diversos, rompecabezas inteligentes y secciones de habilidad. No se nos ocurre un juego que sea similar, cosa que nos alegra. Claro que hay similitudes en títulos como N+, World of Goo o incluso Patapón (sobre todo por el tema musical) pero gracias a Dios es un aire muy fresco adictivo e interesante para un género, los puzles o juegos de habilidad, que tan poco hueco suelen encontrar en la industria.

Conclusión

Una sorpresa más que agradable estos primeros ocho niveles que hemos jugado (el early access no daba para más). Se puede disfrutar también este título en modo cooperativo y en vez de manejar dos piezas seremos cuatro en total, haciendo que nos liemos mucho más y sea a la vez más divertido y desafiante. Si estáis buscando un juego diferente, fresco, original y adictivo como él solo, Kalimba es más que una buena opción.

Desde aquí os lo recomendamos encarecidamente, sobre todo si estáis algo cansados de pegar tiros en sagas como las recientes Far Cry 4 o Call of duty: Advanced Warfare. Os vais a encontrar una sensación muy distinta en vuestros mandos, que por cierto responden a la perfección con unos controles exquisitos, muy bien cuidados y con una diversión sin igual. Si os gustan los juegos de puzles con un tinte de habilidad y aventuras, Kalimba es vuestro juego y la verdad es que al precio que va a salir, apenas 10 euros, ofrece horas de diversión individual y en compañía a modo de cooperativo local.

Que su aspecto un poco básico no os quite las ganas de probar un titulazo con una banda sonora exquisita y un carisma sin par.