La violencia y los videojuegos

Hace escasos días, un joven de 13 años de edad acudió a su centro escolar armado con una ballesta, mató a un profesor sustituto e hirió a tres personas más llevando, además de la ballesta, un machete de montaña (con el que realizó el asesinato) y un cóctel molotov.  Este hecho azotó los titulares de todos los medios, incluyendo de los videojuegos, y es que cuando ocurre algo así, ya intuimos a quién se le echa la culpa.

Todos los seguidores de este maravilloso mundo del ocio virtual sabéis que los juegos vienen marcados con un sistema de clasificación por edades que RECOMIENDA y ayuda a los progenitores a estar informados del producto que adquieren. Lo mismo ocurre en las películas: antiguamente en la televisión, un sistema de rombos censaba el contenido emitido. Es decir, no es algo que se ponga ahí porque sí, y la responsabilidad cuando uno es menor es de los padres.

Mucho nos quejamos de los niños rata. Me refiero a esos chavales de una edad comprendida entre los 7-13 años que todavía no han pasado la pubertad, que conservan una voz aguda y que son habituales en títulos con multijugador online como Call of Duty. Un título que os recuerdo, no está recomendado para menores de 18 años. Entonces, ¿qué hacen jugando? Después sus padres se echan las manos a la cabeza cuando su hijo les pide un GTA por navidad.

A día de hoy sabemos que el protagonista de tal deplorable acto era seguidor de Skrillex, Valentino Rossi, de la serie `The Walking Dead´y de la lucha libre, por consiguiente, fan del título WWE 2K15. Rotativos y programas de televisión, a falta de información concluyente y en una carrera por ser los primeros en dar un titular, destacan éstos como principal motivo del tal ataque psicótico.

Susana Camarero, Secretaria de Estado de Servicios Sociales e Igualdad, ha comentado: “Los jóvenes están cada vez  están más rodeados de violencia en las series, el cine, las redes sociales…”). Siendo lo más pragmático posible, ¿está intentando hacernos creer que estas tres cosas son causantes de tan terrorífico acto? Como dato, el padre poseía en su casa una gran cantidad de armas, entre ellas, una ballesta.

Por todo ello, quiero divulgar que los videojuegos, el cine y la música no generan violencia. Nunca he visto a gente pelearse en la entrada de un cine, de un concierto, o en un torneo de Starcraft, por poner un ejemplo. Caso contrario de lo que ocurre en muchos partidos de fútbol, donde algunos son calificados de alto riesgo. No digo que el balompié sea un deporte que genere violencia, no generalizo.

El desconocimiento es el alimento de muchos medios.

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