Metal Gear Rising: Revengeance. Análisis PS3

Cuando nos llegaron noticias de que Platinum Games había cogido las riendas del tan esperado Metal Gear Solid: Rising, que Konami llevaba tanto tiempo desarrollando, todos nos frotamos las manos imaginando las virguerías que veríamos cuando el juego estuviese acabado, ya con el nuevo nombre Metal Gear Rising: Revengeance. Pero os tenemos que decir desde ya, que el juego, desgraciadamente, queda lejos de lo que podría haber sido, y aunque siendo potable, deja mucho que desear en varios aspectos, especialmente en su duración.

Los desarrolladores de Bayonetta, uno de los mejores juegos de acción beat’em up de esta generación, consiguieron un gran lavado de cara de lo que les había pasado Konami, consiguiendo unos 60 frames por segundo estables en consola, así como una jugabilidad mucho mas asequible a la vez que profunda. Pero queda lejos de lo que consiguieron con nuestra bruja favorita, en todos y cada uno de los aspectos. Se nota la mano de Platinum Games sí, pero mucho mas descafeinada, menos motivada. Con un producto que podría haber sido mucho mejor. Bien por partir de una base no tan buena, o por no haber dedicado suficiente tiempo de desarrollo. Una decepción para el fan de Platinum Games.

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Gráficos

Platinum Games ha conseguido una gran jugabilidad con unos 60 frames por segundo bastante estables, pero han tenido que pagar un precio muy alto, unos escenarios la mar de sosos. Si bien los modelados de los personajes es soberbio,  especialmente el cuerpo cyborg del protagonista, el detalle en los escenarios no ha corrido con el mismo mimo. Un defecto que crece conforme el juego avanza, con escenarios cada vez mas carentes de personalidad. Desconocemos si es por respetar lo que Konami y el equipo Kojima diseñó en su día, o porque no se le ha dedicado tiempo suficiente. O quizás es un efecto secundario de gestionar objetos que se pueden cortar de forma dinámica y  que caen con físicas gestionando multitud de objetos a la vez sin que se resienta la fluidez del juego.

Lo que no se puede negar, es que a nivel artístico el juego carece de inspiración. Un árbol, un río, un edificio, no podría ser menos sorprendente. Pero el diseño de los niveles tampoco es que sea gran cosa, mas que un pretexto para ir de un punto a otro matando enemigos y esquivando misiles.

Como punto positivo, hay que reconocer que los efectos de partículas y el efecto de corte, que se puede apreciar como lo que cortamos se va enfriando desde la incandescencia, está muy bien conseguido. Y hay escenas de acción realmente espectaculares, puro QTE sí, pero espectaculares.

Jugabilidad

Es el punto fuerte del juego, y la razón por la que Konami cedió el testigo del juego a Platinum games, y por lo que parece ha servido de algo. La fluidez del juego junto a la facilidad de realizar los combos y un sistema de defensa fácil y eficaz, convierten a Metal Gear Rising en un Hack ‘n Slash muy divertido. Pero la novedad de cortar las cosas por donde nos plazca le da un toque de variedad que además de resultar sorprendente, y en contra a lo que estamos acostumbrados en muchos juegos, aporta algo a la jugabilidad.

El modo katana es el gran protagonista del juego. Apretando un botón entraremos en un modo en cámara lenta donde podremos elegir el sentido del corte y la dirección, intentando buscar ese punto débil del rival. La mayoría de enemigos los podremos cortar para recuperar toda la vida y energía, obteniendo de ellos una especie de columna vertebral azul que podemos coger apretando un botón en el momento justo después de haberlos cortado por donde debemos, marcado previamente con un cuadradito rojo. Al principio se hace fácil, pero lo complicado será cuando debamos cortar objetos que vienen hacia nosotros y tenemos solo un momento para cortarlos por el sitio justo. En ese momento maldeciremos el sistema de control del modo katana, pero en general, el control difícilmente se podría haber hecho de otra manera.

El sistema de defensa, sin el cual os encontraréis totalmente vendidos contra los primeros enemigos, consiste en apretar el botón de ataque a la vez que inclinamos el stick hacia un enemigo que nos ataque. Raiden toma una postura defensiva y cabe la posibilidad de contraataque, dejando al enemigo indefenso para ser cortado un combo devastador. El riesgo es muy bajo, ya que lo puedes hacer bastante antes que el enemigo ataque, y el premio es muy bueno, nada de daño y la posibilidad de destrozar el enemigo en un suspiro. Os encantará.

Sonido

Un tirón de orejas para Konami. En los tiempos que corren que un juego este calibre no esté doblado al castellano es un punto bastante negativo, aunque no haya precedente ni en la compañía ni en la desarrolladora. Y la verdad es que, pese a ser un juego de pura acción, las conversaciones son muy numerosas, mas aun si nos ponemos a llamar a la gente por el codec, y hubiese ayudado mucho para enterarnos mejor de la historia y no tener que estar leyendo los subtítulos en las cinemáticas.

En cuanto a la música, tira y abusa de canciones Heavy, muy poca variedad, y en ocasiones puede que no la mejor elección. Queda lejos de las bandas sonoras de otros títulos de Metal Gear Solid, mucho mas solemnes y pegadizas.

Los efectos, eso sí, están a la orden del día, manteniendo un gran nivel, especialmente en los cortes, quedarán aun mas fuerza al efecto visual.

Modos de juego

Aquí tenemos el gran PERO. Un juego de acción no se caracteriza por ser especialmente largo, es cierto, pero en este caso creemos que se han dormido un poco y les ha salido un juego excepcionalmente… CORTO. Jugando sin prisas, explorando para encontrar los objetos ocultos, realizando las batallas opcionales que surgen durante la aventura, apenas hemos tardado 6 horas en completar la campaña, 6 horas de juego real sí, sin contar cinemáticas, ni las veces que nos han matado, vamos como la mayoría de juegos. Pero es que además el juego es corto en contenido. Tiene las misiones RV, pero es que además tenemos una variedad de armas muy reducida, lejos de lo que pudimos ver en Bayonetta por ejemplo. Y que además son muy poco originales, una mas lenta y potente y otra mas rápida pero que hace menos daño. No se han comido mucho la cabeza.

Como cualquier juego hack ‘n slash, es bastante rejugable, y tiene varios modos de dificultad extra, con puntuaciones para cada misión que podemos intentar ir mejorando , pero poco mas podremos sacar de él. Se podría decir que apenas llega a un tercio del contenido de Bayonetta, mucho mas completo en duración de la campaña, así como de extras como armas y objetos.

Conclusión

Metal Gear Rising: Revengeance ha resultado ser un juego que se queda a medio camino de lo que podría haber sido, quizás no llega ni a la mitad. Con una campaña mas larga, mas contenido y un diseño mas acertado hubiese sido uno de los grandes de acción de esta generación, pero bien por falta de tiempo o recursos, se ha quedado en un juego del montón.

Grandes ideas ejecutadas bastante bien, pero que no se han acabado rematando con un producto a la altura. Hay propuestas mucho mejores que se han lanzado o están a punto de lanzarse este mismo año, seguramente ya os hacéis una idea de cuales son, por lo que si os gusta el genero, ponerlo al final de la cola.

Lo mejor

Lo peor

 

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