Ayer salió al mercado Batman Arkahm Origins. Pronto tendréis el análisis de juego en la web, pero hoy quería traer mi visión más personal sobre la saga del murciélago en consolas. Los más jóvenes quizás no lo conozcáis, pero para mí, el juego que más me ha cautivado y que recuerdo con un gran cariño es Batman: The Movie. Yo apenas tenía cinco años y ya lo jugaba en mi flamante Amstrad. Encender el ordenador, conectar el casete al equipo, poner la cinta, introducir el código de arranque y comenzar a escuchar un sonido que siempre quedará grabado en mi memoria. Poco a poco, en la pantalla, se iba formando la figura del hombre murciélago hasta completar la instalación. Era el momento de jugar al mejor juego de Batman, que para mí, ha existido.
El juego era un plataformas en 2D, y tu misión era ir superando obstáculos y enemigos hasta llegar al objetivo final que era eliminar al Joker. Para los que lo hayáis jugado seguro que recordaréis esa melodía que te ponía entre nervioso y excitado. Los peligros eran dispares, ladrones, payasos, pistoleros, gotas de ácido, fuego o persecuciones. Estamos hablando de un juego de hace casi 30 años y tenía un catálogo de oportunidades muy grande.
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Sin duda la mejor arma de Batman era su gancho con el que nos podías subir a las cornisas, balancearnos o derrotar a nuestros enemigos. Otras de las misiones que recuerdo con gran cariño, eran las fases de conducción. Era alucinante subirte al Batmóvil y hacer curvas cerradas gracias al gancho. Cada misión tenía un tiempo establecido, y a medida que se consumía tu tiempo, la música iba provocándote para que cada vez fueras más y más rápido. Era sin duda momentos que te tenías la adrenalina a tope, y quedaba totalmente enganchado al juego.
Otro de los aspectos que recuerdo con gran cariño era la barra de vida. No la podemos definir como tal, ya que en el menú inferior teníamos la cara de Batman, y a medida que nos iban quitando salud, nuestra cara se iba transformando en el Joker. Eran pequeños detalles que ojalá muchos de los juegos actuales pudieran tomar como ejemplo.
Pero sin duda, como he comentado antes, las fases de conducción eran otro mundo. Pocas veces en la época habíamos visto juegos con misiones en vehículos similares. Esquivar coches entre los atascos, dar giros en las curvas, o incluso, conducir nuestra nave derrotando helicópteros. Era sin duda momentos que te llevaban a otro nivel. Para los que poseían un mando de control, en mi caso el GunShot I que todavía conservo junto a mi Amstrad, era todo un espectáculo disfrutar del juego. Son las típicas sensaciones que son difíciles de explicar con palabras, pero que ahora recuerdas con cariño.
Hay juegos que te marcan y recuerdas con especial cariño, Batman: The Movie, junto a Robocop son lo que más cariño guardo. Para mi tener mi Amstrad fue el primer enlace con los videojuegos. Luego llegaría NES y las demás consolas de sobremesa. Pero el cariño con que uno recuerda esos sonidos, la obsoleta forma de instalar un juego, el gran tiempo de esperar cada vez que ponías el juego, no tiene precio.
Espero que este artículo de opinión haya hecho levantar una sonrisa a los más veteranos, y descubrir a los más jóvenes esos juegos que parecen sacados de malas películas de los 80 pero que en realidad esconden una maravillosa historia y momento para el recuerdo.
¿Cuál es tu juego de Batman favorito?