Outcast: Second Contact. Análisis PC

Outcast: Second Contact Game It

En 1999 un estudio de origen belga llamado Appeal estrenaba para la plataforma PC Outcast, una de las superproducciones más titánicas y enormes que se habían realizado por aquel entonces. Algo que sin duda marcaría un antes y un después en la historia del sector de los videojuegos.

Pese a ser una obra de culto y un título cuyo legado ha aportado muchísimo a los juegos de acción y mundo abierto de una década más tarde, parece que todo ello no se había valorado lo suficiente, hasta el punto de pasar bastante desapercibido. Pero el día 14 de este mes ha llegado a nuestras manos un remake que pretende hacer justicia a aquel increíble juego de Appeal, actualizando y adaptando la obra y sus mecánicas a los tiempos que corren.

Un remake a medias

Outcast: Second Contact es básicamente el mismo juego de 1999 traído a nuestros días, con un cambio de look considerable pero sin perder prácticamente nada de la esencia del original, algo que acarrea consecuencias tanto positivas como negativas.

La fidelidad a los orígenes es algo que siempre aplaudiremos, puesto a que la realidad es que la mayoría de usuarios que se hagan con este título esperan revivir aquellas sensaciones que les transmitía esta maravillosa obra y dejarse sorprender por cómo puede lucir hoy en día. El problema es que hoy vivimos en tiempos de exigencia, y aunque el lavado de cara es sobresaliente, lo cierto es que había bastantes cosas que limar en Outcast para hacerlo un juego de acción acorde a nuestros días.

Uno de los primeros percances que notaremos es que estamos ante un gunplay muy chapado a la antigua. Las mecánicas de tiro desprenden un fuerte tufo a añejo y seguramente se podría haber hecho algo más en este aspecto, puesto a que a día de hoy es raro ver un juego que incorpore disparos en su jugabilidad y no resulte medianamente decente. El sistema de apuntado es torpe, tanto como lo son la IA de los enemigos y los movimientos ortopédicos de nuestro protagonista.

En un mundo en el que ya hemos vivido el advenimiento de Gears of War y su sistema de coberturas, se hace incómodo jugar con un avatar que transmita tanta erraticidad como Cutter Slade en todo su set de movimientos. Lentitud para reaccionar, animaciones bruscas y movimientos robóticos son algunas de las no-bondades que nos presenta el juego en lo que a movimiento se refiere. Y es que pese a ser un gran juego y ofrecer un mapa enorme por el que movernos y en el que explorar, se hace pesado hacerlo de esta manera. Hay algunos tiroteos épicos en Outcast: Second Contact, pero hoy en día existen ciertos convencionalismos difíciles de quebrantar por muy amantes del retro que seamos y si lo que queremos es un videojuego de acción y mundo abierto. Y sinceramente, puestos a cargar con estos problemas mejor hacerlo con la versión original donde será más fácil entenderlos y pasar de ellos.

El peso de la historia y la importancia de Outcast

Lejos de los erráticos e imprecisos movimientos de nuestro personaje, existen bastantes bondades por las que sí disfrutaremos este juego. En primer lugar contaremos con un extenso mapeado plagado de misiones, personajes, armas y lugares que explorar. Nuestro arsenal de guerra será variado y lo podremos modificar a placer para adaptarlo a nuestras necesidades, por lo que en este aspecto tendremos motivos para experimentar y trastear con lo que el juego nos ofrece.

Outcast en su momento fue un juego que impresionó entre muchas cosas por la increíble libertad de acción que otorgaba al jugador. Esto se sigue manteniendo, y si tenemos en cuenta que pocas son las cosas que se han tocado de las mecánicas y la jugabilidad, resulta realmente impresionante pensar que esto ya existía en 1999.  Podremos infiltrarnos silenciosamente o crear caos por donde vayamos, distraer a nuestros enemigos volándoles la cabeza a distancia o utilizar explosivos para destruir patrullas enteras de una sola vez… la decisión es nuestra.

Cutter Slade es soldado preparado para salir airoso de cualquier situación, por eso cada plan que pensemos podremos intentar llevarlo a cabo. Una vez más esto resulta ser menos espectacular de lo que nos gustaría que fuese ya que el movimiento es el que es.

Explorar las tierras alienígenas del planeta Adelpha sigue resultando tan emocionante como entonces. Estamos ante un renovado mundo que gráficamente luce mejor de lo que nunca pudimos imaginar. Tanto el clima como la vegetación y los habitantes se ven considerablemente bien, algo que sin duda significa el mayor avance del juego con respecto a la obra de 1999.

Al igual que por aquel entonces, Outcast:Second Contact hace un gran trabajo con sus diálogos que siguen significando una parte importante dentro del juego. Hablar o actuar está en nuestra mano, pero el mundo que nos rodea responderá ante ello. Si somos amables con los lugareños nos ganaremos su respeto e incluso nos podrán prestar su ayuda. Pero si por el contrario nuestra intención es someterlos y actuar de manera hostil, la reacciones que tendrán hacia nosotros serán basadas en el miedo, por lo que podrán atacarnos en cuanto nos vean

Esta parte de la IA no es algo que se haya añadido en esta versión. Aunque pueda parecer increíble es algo que ya pertenecía a la obra original, por ello no podemos parar de pensar que Outcast fue un juego adelantado a su tiempo.

Renovación y algunos buenos añadidos

A nivel de historia el juego ofrece una épica de ciencia ficción típica eficiente para lo que nos quiere introducir. El juego abre con una cinemática tan larga como la de antaño en la que se nos explica la situación y se nos presenta a Cutter Slade, un marine contratado por el gobierno para rescatar una sonda perdida en la apertura de una brecha dimensional.

Al llegar a Adelpha, Slade se topa con una raza extraterrestre que le recibe como el Ulukai, una especie de elegido que deberá reunir cuatro artefactos antiguos que , como no, deberemos encargarnos de buscar por todo el planeta. La riqueza de la cultura creada para este videojuego es sencillamente impresionante y digna de J.R.R Tolkien. Salvando las evidentes distancias en cuanto a temática, quiero decir con esto que la riqueza de detalles que se han otorgado a estos seres para hacerles verosímiles como raza es increíble. Desde una lengua propia a leyendas, cargos políticos, clanes, topografía… el detalle es exhaustivo, algo que ya por aquel entonces hizo que muchos nos enamorásemos de este juego.

Para dar vida a este mundo se invirtió mucho tiempo en modelaje y diseño de mapeado. Sin ser un juego puntero gráficamente en nuestros días (al contrario que el original que si lo fue en los suyos) Outcast: Second Contact es un juego que rinde a un nivel gráfico bastante bueno. El modelado de los personajes y las animaciones son mejorables, pero las texturas y la iluminación resultan más que correctas, por lo que es de recibo decir que este cambio gráfico constituye el mayor reclamo para los fans a la hora de comprar el juego. La interfaz también ha sido rediseñada en pro de resultar más intuitiva, y la banda sonora ha sido recuperada en su totalidad por Appeal para que podamos volver a disfrutar de aquellas tremendas melodías que tan bien nos acompañaron en nuestras andaduras por Adelpha.

Conclusiones de Outcast: Second Contact

De los Voxels a Unity, de 1999 a 2017. Ha pasado mucho tiempo y los chicos de Appeal han querido que revivamos sensaciones trayendo de vuelta uno de los clásicos de siempre de los videojuegos. Outcast: Second Contact no es ni de lejos tan espectacular e innovador como lo fue la obra original, pero nos retrotrae a una época pasada que nos permite recordar aquel juego de una manera más agradable que volviendo a jugar la obra original. Es cierto que ahora que lo tenemos entre manos es difícil no verle las costuras y sacar a relucir problemas evidentes en sus mecánicas y jugabilidad (las cuáles no se han tocado ni de lejos tanto como sus gráficos), pero es un juego clásico puesto al día… así que al igual que con la obra original, hay que entenderlo. Quizás con una depuración a fondo de sus mecánicas de tiro y el movimiento estaríamos ante un juego perfectamente jugable a día de hoy, pero lamentablemente es un título difícil de desencasillar del fandom original y más difícil aún de recomendar a los fans contemporáneos del mundo abierto.

Política sobre notas en Game It.
Salir de la versión móvil