Prison Architect. Análisis PS4

Prison Architect

Hace ya muchos años que el género de los simuladores se asentó dentro de la industria de los videojuegos, en las últimas décadas hemos podido desde gestionar nuestro propio parque de  atracciones hasta crear un imperio de transportes en camión o incluso hacernos cargo de todo un hospital. Prison architect se mantiene en la misma línea y nos ofrece el reto de construir una prisión y controlar todo lo que en ella sucede.

Somos la ley

Prison Architect nos da la posibilidad de construir nuestra prisión comenzando en un solar en que dar rienda suelta a nuestra imaginación, pero para aprender a mantener bajo control todos los aspectos que tendremos que controlar para que nuestra cárcel prospere el juego nos ofrece una serie de 5 historias en diferentes recintos penitenciarios en los que tendremos que aprender a contratar personal, controlar motines, crear salas de ejecución o aislamiento y hasta llevar la burocracia y las subvenciones que recibe nuestra prisión.

A lo largo de estos cinco capítulos nos encontraremos con diferentes alcaides, unos serán más estrictos y otros más permisivos, algunos incluso serán corruptos, esto nos hará entender que dentro de nuestra prisión nosotros somos la ley y podremos decidir si queremos tener mano de hierro con nuestros reclusos o por el contrario facilitarles entretenimiento e incluso programas de desintoxicación dentro de la cárcel.

Este tutorial tiene un gran problema, se trata de que en muchas ocasiones nos explica cosas demasiado complejas y pasa por alto situaciones que pueden parecer muy sencillas pero que no lo son en absoluto como porque las salas que hemos construido no son operativas, esto nos ha costado más de un dolor de cabeza hasta que hemos conseguido solventarlo y así poder avanzar en el tutorial. Esto no es un gran problema durante la parte guiada del juego pero en el modo libre puede estropearnos horas de trabajo.

 

Una vez finalizamos el extenso tutorial y pasemos al modo libre podremos elegir entre varios alcaides, dependiendo del que elijamos nos aportará unas ventajas como pueden ser encontrar más fácilmente los artículos de contrabando o evitar que nos envíen a nuestra cárcel presidiarios violentos o problemáticos. Conforme vayamos creando las diferentes salas nos aparecerán diferentes misiones que tendremos que completar para mantener en buen estado la prisión.

Por último podremos compartir nuestras creaciones con el resto de jugadores en la red y probar las de otros usuarios entre las que nos encontramos auténticas obras de ingeniería.

Por encima de los encarcelados

En el apartado gráfico Prison Architect es bastante simple, con una vista desde arriba podremos alejar y acercar la imagen para poder ver toda nuestra jurisdicción y a todos los que en ella están. Los personajes no son más que cabezas con un cuerpo flotante que varía en tamaño, esto no es algo esencial ya que la mayor parte del tiempo vamos a estar en una vista general desde la que solo nos interesará ver los grandes grupos de gente, aunque se agradecería algún detalle más trabajado en este aspecto.

En las ocasiones en las que sucedan eventos importantes de la historia la cámara se acercará y podremos seguir la acción a través de una serie de ilustraciones representadas como fotografías instantáneas que de manera sencilla nos permitirán entender fácilmente lo que sucede en los momentos importantes.

Del ratón y el teclado al mando

Para terminar este análisis vamos a comentar la jugabilidad de Prison Architect. Este género de juegos gozan de mayor popularidad en ordenadores que en consolas, eso hace que habitualmente sus controles estén diseñados para usar con un teclado y un ratón. Esto no es diferente en esta ocasión a pesar de las diferencias visibles entre la versión de PC y la de consolas introducidas por los chicos de Introversion Software, es cierto que es muy cómodo añadir salas prefabricadas a nuestra prisión pero será un auténtico caos si queremos diseñar nuestras propias salas debido a los controles del mando.

Por otro lado los desplazamientos tanto del puntero, que manejamos con el joystick izquierdo, y la cámara, que controlaremos con el derecho, son demasiado incómodos y nos hará perder la orientación en alguna ocasión.

En definitiva se nota el trabajo hecho para adaptar la jugabilidad al DualShock 4, que es el que hemos utilizado nosotros, pero es algo insuficiente que hace que la experiencia de juego no sea todo lo gratificante que debería ser.

Conclusiones Prison Architect

Prison Architect nos trae una propuesta interesante con muchas posibilidades en la gestión y creación de nuestra cárcel, lo que hace que cada partida siga una senda diferente, además los diferentes modos de juego nos ofrecen un buen puñado de horas de juego.

Por otro lado hay que comentar que a su extenso tutorial le faltan algunos aspectos esenciales y que su jugabilidad nos hace echar de menos el teclado y el ratón.

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