RAZER TARTARUS PRO, REVIEW Y UNBOXING

Volvemos a contar con otro producto de lanzamiento de Razer, ya que la marca de las tres serpientes está decidida a arrasar en el último trimestre de este 2019 con una ingente cantidad de productos innovadores, y lo hacemos con un producto que se actualiza para integrar los nuevos switches ópticos analógicos de la marca: el Razer Tartarus Pro.

Unboxing

Razer mantiene el embalaje estándar que hemos visto en otros periféricos de este tipo, con un predominante color negro en la portada y la trasera y el verde corporativo para los laterales. Como viene siendo habitual en la portada del embalaje vemos una imagen del producto con la iluminación chroma encendida dejando las características principales para la parte trasera de la caja. Una vez abrimos el frontal de la caja encontramos, perfectamente encajado en un marco de espuma, el Razer Tartarus Pro. Bajo esta capa de espuma encontramos el cableado del periférico, la carta de presentación de Razer y la documentación del mismo (incluyendo el típico juego de pegatinas con el logo Razer

El Razer Tartarus Pro

Comenzamos con la tabla de especificaciones técnicas del dispositivo

Como podéis ver se trata de un mini-teclado gaming que pone a nuestra disposición 32 teclas totalmente configurables y con full anti-ghosting para que podamos realizar cualquier acción, utilizando únicamente una mano y con total comodidad. El periférico cuenta, como es de esperar, con un diseño ergonómico para que su uso sea mucho más cómodo que el de un teclado normal y, además, incluye más posibilidades como un pequeño stick analógico en el lateral derecho y una rueda de scroll para obtener ese plus gaming que buscan los usuarios de este tipo de dispositivos. Los switches escogidos para este Razer Tartarus Pro son los nuevos interruptores ópticos analógicos de Razer, que amplían enormemente las posibilidades de este dispositivo al poder gestionar una doble actuación en cada tecla según la distancia de accionamiento, que también podremos configurar. La traducción de esto último es, básicamente, que podremos configurar una tecla para una función con una pulsación leve y otra función cuando pasamos otra distancia de actuación. Por último la posibilidad de tener ilimitadas macros y perfiles de juego que podremos gestionar, junto al resto de ajustes, desde Synapse 3. Obviamente, estamos ante un producto con un target muy definido, los jugadores más pro que necesitan periféricos especialmente diseñados para el juego y que, además, necesitan un plus de comodidad puesto que tienen sesiones de juego maratonianas.

Tal y como comentábamos en la review de sus predecesores, este tipo de periféricos tienen cierta curva de aprendizaje, puesto que todos estamos acostumbrados a un teclado normal con limitadas opciones de configuración, y este tipo de dispositivos no solo ponen ante nosotros muchísimas más opciones sino que también se salen del formato estándar poniendo en una única mano 32 teclas, un stick analógico, una rueda de scroll y la posibilidad de configurar todo esto con diferentes perfiles, macros y un largo etcétera. Además, en el caso de este Razer Tartarus Pro contamos con el añadido de la curva de aprendizaje de los nuevos switches ópticos analógicos de Razer, con los que deberemos hilar más fino a la hora de pulsar las teclas para que haga una u otra función si activamos la función secundaria de las teclas. Personalmente, he conseguido hacerme a esta función en una semana de práctica con un pequeño «truco», y es el de configurar la función secundaria al final del recorrido de la tecla. Otra ventaja de esta implementación es, sin duda, la aplicable a las teclas de dirección con las que podremos hacer que nuestro personaje ande con una leve pulsación y corra con una completa. Otra opción, es la de no activar esta doble función y «aprovechar» la configuración de la distancia de activación del switch para adecuarlo a nuestro gusto, se acabó cambiar de teclado para cambiar la distancia de actuación del mismo.

Como suele ocurrir con todo este tipo de dispositivos, una vez nos hemos hecho a él y lo hemos configurado a nuestro gusto y acorde a las necesidades que cada tipo de juego nos plantea, es obvio que ofrece una gran ventaja a la hora de jugar ya que podemos tener cualquier acción que queramos en el botón que mejor nos convenga.

Dejando a un lado la multitud de opciones que nos ofrece este tipo de dispositivos, el Razer Tartarus Pro mantiene las mismas premisas que sus predecesores dentro de la marca, una ergonomía muy cuidada que facilita el acceso a todas y cada una de sus teclas con total comodidad. También encontramos un reposamuñecas retirable sumamente cómodo, rematado en piel sintética, muy similar al que hemos encontrado en los últimos teclados Razer y que tan buen resultado da. Este reposamuñecas cuenta con dos posiciones de ajuste para que se adapte perfectamente a la morfología de nuestra mano o nuestro ángulo de agarre, haciéndolo aún más cómodo.

En la zona derecha del Razer Tartarus Pro, y pensado para ser usado con el dedo pulgar, encontramos el stick analógico de ocho direcciones, un botón con forma de palanca que hace las funciones de barra espaciadora y en la zona superior el sustituto de la tecla alt. También encontramos tres indicadores led que nos indicarán la configuración seleccionada mediante un código luminoso que podremos configurar vía software. En las teclas centrales encontramos la serigrafía en relieve de las flechas de dirección, para poder localizarlas mediante el tacto y hacer el uso del Razer Tartarus Pro más intiutivo aunque todo esto, obviamente, es meramente orientativo ya que a través del software correspondiente podemos cambiar la configuración de todas y cada una de las teclas. En lo que a iluminación se refiere encontramos todas las posibilidades que Chroma nos ofrece, con un total de 8 efectos predefinidos y que podremos aplicar a todo el espectro RGB y todos los que podremos crear o descargar desde la propia web Razer, obteniendo así configuraciones ilimitadas.

Experiencia de uso y conclusiones

A pesar de que no suelo usar este tipo de dispositivos, a base de ir analizando los diferentes modelos de Tartarus que Razer ha lanzado al mercado he acabado «aprendiendo» a usarlos sobre la marcha ya que una vez superada la curva de aprendizaje del primero el resto suele ser pan comido. No obstante, con este Razer Tartarus Pro ha tocado entrenar para dominar el sistema de doble función del switch óptico lineal de Razer, y el resultado es muy satisfactorio. Y es que, como mencionábamos durante la review, éste sistema ofrece un sinfín de posibilidades y, con el debido aprendizaje previo, puede resultar muy útil ingame. Si «pasamos» literalmente de entrenar para estrujar al máximo el dispositivo, también podremos configurar la distancia de activación del switch para adecuarlo a nuestro gusto por lo que sigue mereciendo la pena la adquisición del Razer Tartarus Pro.

En lo referente al precio, podéis adquirirlo por 150€ en Amazon

Por todo esto, otorgamos al Razer Tartarus Pro los galardones de Producto Premium y Producto Recomendado de Game It

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