Recordando Pokémon rojo y azul

Han pasado 15 años desde el lanzamiento de Pokémon Rojo y Pokémon Azul. Años donde el interés que despierta este título de Game Freak no ha decaído ni un poco. Años donde hemos podido ver la llegada de otros 15 títulos principales –una lista que podríamos considerar ampliada el próximo mes con Zafiro Alfa y Rubí Omega– y una enorme cantidad de juegos donde los Pokémon eran protagonistas de aventuras, como los llamados Mundo Misterioso. 15 años desde su lanzamiento, que supuso una auténtica revolución que salió incluso de las fronteras de la industria para golpear con fuerza a una sociedad asombrada. Yo aún no había cumplido los 10 años cuando me lo regalaron por mi comunión, pero en los meses siguientes, incluso podríamos hablar de años, no había un solo niño que no tuviera algún tipo de juguete relacionado con Pokémon, que no creyera en esas leyendas urbanas sobre Missingno o que no se agolpara en un corrillo a ver jugar a ese compañero que se llevaba la Game Boy (Color en mi caso) con Pokémon Rojo o Azul. A todos estos jugadores nos llamaron la “Generación Pokémon”.

Es el 15 aniversario de Pokémon Rojo y Azul en Europa, pues en Japón ya llevaba tres años triunfando. Pero, a pesar de ello, es importante conocer el origen de estos juegos de éxito, cómo surgió la idea, puesto que no es un “simple RPG con bichos como mascotas”. Satoshi Tajiri, director y diseñador del juego, había dedicado muchos años de su infancia a coleccionar insectos. Cuando vio que los niños de su pueblo natal dejaban de jugar en la calle para jugar en sus casas, pensó que los videojuegos eran una buena forma de entretenimiento, de manera que adaptó su hobby a esta plataforma, naciendo así Pokémon. Sin embargo, en aquella época, las ventas de Game Boy estaban de capa caída y ni Tajiri confiaba en que Nintendo le diera luz verde al proyecto, ni la propia compañía esperaba que pudiera levantar el mercado. Shigueru Miyamoto, a quien no es necesario presentar, era amigo de Tajiri y uno de los productores del juego, y pensó que sería mucho más interesante crear dos ediciones distintas para aumentar el reto de capturar todos los Pokémon. De esta manera, se fomentaba la interacción entre jugadores con distintas versiones, no solo de forma competitiva a través de los combates, sino también como gesto de compañerismo a través de los intercambios y, por supuesto, se dio un nuevo uso al Cable Game Link. Así nació Poketto Monsut? Aka Midori (literalmente, Monstruos de Bolsillo Rojo y Verde) en el año 1996, llegando más adelante al resto del mundo como Pokémon Edición Roja y Pokémon Edición Azul. ¿Por qué? Porque pasado un tiempo después de lanzamiento de las ediciones Verde y Roja, se empezó a desarrollar una versión mejorada a la que llamaron Azul, con Blastoise en su portada, y que solo podían conseguir a través de correspondencia los suscriptores de la revista CoroCoro Comic. Al ser esta edición más reciente y con gráficos mejorados, trabajar con ella para, entre otras cosas, cambiar el idioma, resultaba mucho más fácil que con Rojo y Verde.

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Después de las ventas cosechadas en Japón, Nintendo esperaba que el lanzamiento de Pokémon Rojo y Azul en España fuera incluso mejor, encargando a la sede de la compañía nacional que consiguieran unas ventas incluso tres veces más que las previsiones más optimistas, incluyendo en ello el éxito del anime y todo el merchandising que se había ido lanzando desde la llegada de Pokémon al país del sol naciente. Recordemos que desde su lanzamiento habían pasado tres años de una escalada de éxito sin par, pero se pedía que en España se consiguieran estos resultados con mayor rapidez. La prensa especializada llevaba tiempo hablando del fenómeno Pokémon en Japón y poniendo los dientes largos a sus lectores, mientras que la prensa generalista aprovechaba un grave y desafortunado suceso (600 niños tuvieron que ser ingresados al sufrir un ataque epiléptico viendo un capítulo del anime) para bombardear con los tópicos que tantos años llevamos escuchando “los videojuegos son malos, son violentos y encima provocan epilepsia”. En este clima de incertidumbre, Nintendo rezaba con que el suceso no hubiera sido demasiado negativo para afectar de forma significativa a la llegada de Pokémon Rojo y Pokémon Azul. Y así llegó la fecha señada… y Pokémon, con Charizard y Blastoise en portada, fue un éxito.

La primera vez que encendías el cartucho y leías al profesor Oak darte la bienvenida se abría ante ti un mundo completamente nuevo. Querías ponerte a explorar, querías lanzarte a la aventura, pero este mítico profesor te interceptaba y te ponía ante una de la decisión más difícil que tuve que tomar con 9 añitos: ¿Qué Pokémon me acompañaría desde el principio mi viaje? Mi respuesta fue Charmander y, desde entonces, casi siempre he elegido un Pokémon tipo fuego. A partir de ese momento, todos comenzábamos a crear nuestro prototipo de “dream team” y a no comprender cómo los demás no sabían que los seis Pokémon que nosotros habíamos seleccionado eran los mejores. Aprendíamos los diferentes tipos que podían tener los Pokémon y cuáles eran sus debilidades y consecuencias. Aunque no nos diéramos cuenta, también empezábamos a desarrollar estrategias cuando descubrimos que lanzarnos al combate a lo loco no era una derrota casi asegurada. Y, sobre todo, íbamos en busca de los 150 Pokémon.

Podemos decir que en Pokémon Rojo y Pokémon Azul teníamos dos desafíos que cumplir, por supuesto, ninguno excluyente. Uno, parte intrínseca de la historia, era ganar a la Élite de los Cuatro en la Liga Pokémon para convertirnos en el mejor entrenador de la historia, para lo cual tendríamos que haber derrotado primero a los ocho líderes de gimnasio que encontrábamos en las ciudades de la región de Kanto. El otro, que nos encomendaba el Profesor Oak al poco de comenzar nuestra aventura, era descubrir y capturar los 150 Pokémon, convirtiéndonos así en Maestro Pokémon.

Un momento, ¿150 Pokémon? Es cierto, son 151 Pokémon los contemplados por el estudio de desarrollo, pero en la Pokédex no aparecía reflejado este número. La historia de Mew fue curiosa, siendo un Pokémon que estuvo rodeado de mucho misterio, alimentado por los propios creadores del juego, que dejaron pistas sobre su existencia en Isla Canela, y por las leyendas urbanas que, supuestamente, te explicaban cómo capturarlo en Isla Mew o consiguiendo las ruedas de camión a cambio de un Nidoking de nivel 100. Lo que empezó como una broma para el equipo de desarrollo por parte de Shigeki Morimoto, quien añadió a este legendario a las versiones finales del juego, se convirtió en, según palabras de Tajiri, una forma de “mantener el interés por ambos juegos”. Fue él mismo quien se encargó de revelar que el Pokémon, en realidad, se encontraba dentro del cartucho. A pesar de que Mew solo se podría obtener a través de un evento de Nintendo, la gente comenzó a explotar los diversos glitch del juego hasta que uno de ellos dio resultado.

Leyendas alrededor de los glitch del juego y de Pokémon misteriosos han sido muchas, pero además de Mew hay otra muy sonada: la leyenda de Missingno, el Pokémon Virus. Al utilizar el “truco” de la zona Safari, el jugador podría llegar a las llamadas Islas Fallo, donde podrías capturar este Pokémon –lo cual, en realidad, es totalmente falso, dado que son dos errores del juego sin relación alguna entre ellos–. Quien lo hacía debía tener clara una cosa: conseguir a este Pokémon o incluso realizar el truco podría borrar la partida. En realidad, este Pokémon no es más que un fallo del juego, y su propio nombre nos lo revela: formado por las palabras Missing y No (abreviatura de número) nos revelaba que, en realidad, estaba asignado a un espacio de memoria reservado que aún no estaba programado y, por tanto, carecía de lugar en la Pokédex y su aspecto era un bloque de píxeles corrupto. De esta manera, sus stats eran aleatorios, no aprendía ataques ni tenía nivel, aunque podía evolucionar a un Kangaskhan al darle un caramelo raro y alcanzar el nivel 1 o a un Clefairy si llegase al nivel 127.

Leyendas alrededor de Pokémon Rojo y Pokémon Azul ha habido muchas, algunas alimentadas por el propio juego y otras completamente inventadas –aún recuerdo cuando un compañero de colegio me dijo que había capturado al famoso Missingno y le había evolucionado a un Nidoking con Surf. Poco después yo le enseñé esa MO a mi Pokémon y dejé de creerme las historias que me contaban–. Algunas tan sonadas como la melodía deprimente de Pueblo Lavanda. Pero no dejemos que esto nos distraiga del juego y de sus aspectos “reales” como su protagonista, a quien llamaremos Red por ser el nombre con el que se le reconoce oficialmente.

A pesar de que el lanzamiento del anime de Pokémon en España fue parejo a la llegada de los juegos, las historias de sus protagonistas difieren mucho, hasta el punto de haber realizado hace poco un anime que hace honor a la trama real. En Pokémon Rojo y Pokémon Azul encontramos a un personaje solitario, centrado en su carrera y valiente hasta el punto de frustrar los planes de una peligrosa organización crimina, el Team Rocket. Derrota a los líderes de gimnasio de cada ciudad, a su rival, Blue, a quien solo le importa tener un equipo fuerte y, finalmente, se convierte en campeón de la Liga Pokémon y Maestro Pokémon. Todo lo contrario que Ash Ketchump. A pesar de su mismo origen, el protagonista del anime no logra completar la Pokédex ni tampoco ser campeón de la Liga Pokémon y va siempre por detrás de su rival Gary. Cuando salió Pokémon Amarillo, pudimos comprobar las modificaciones que se hicieron para que guardara similitud con la serie, como tener a Pikachu como inicial y siempre fuera de la Pokéball, así como conseguir a Charmander, Squirtle y Bulbasur sin tener que capturarlos. Mientras vemos a Red como un reflejo del éxito, encontramos en Ash a un joven algo torpe y que hace más gala de la suerte que de la perseverancia y el esfuerzo.

Han pasado ya 15 años desde la llegada de Pokémon Rojo y Pokémon Azul, y todo este tiempo hemos llegado a conocer 721 especies distintas, hemos visto cómo las portadas de los juegos dejaban de mostrar al Pokémon inicial para ponerlos los dientes largos con el Pokémon Legendario correspondiente a esa versión. Hemos visto cómo han evolucionado los gráficos hasta llegar al uso del 3D en Pokémon X y Pokémon Y, la conectividad entre ediciones ha mejorado gracias a la evolución de los sistemas portátiles. Incluso hemos podido ver cómo entraba a formar parte del Libro Guiness de los Récords en la categoría de “Mejor juego vendido de RPG para Game Boy” y “Mejor juego vendido de género RPG de todos los tiempos”. Quizá la fiebre Pokémon no sea tan elevada como lo fue en sus inicios, pero es innegable que cada nueva generación de este título sigue arrasando en ventas, manteniendo a muchos de sus primeros jugadores y llegando a las manos de nuevos iniciados.

Feliz cumpleaños Pokémon, y que cumplas muchos más.

Artículo realizado por Paz Boris.

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