La primera parte he de reconocerlo, a mí me gustó. La segunda me resultó innecesaria. La tercera me hizo perder 95 minutos de mi vida, más el tiempo perdido en ir al cine y demás.
Una vez más te tenemos a Milla Jovovich como protagonista y a cargo de la dirección a Paul William Scott Anderson, su feliz esposo, el cual está produciendo y escribiendo el guión para Castlevania.
Una Película en la que no se pronuncie palabra alguna en el tráiler, introduciendo al posible espectador en la trama, ni sinopsis ni nada por el estilo, solo explosiones y a la señorita Jovovich de Ninja con dos Katanas y lanzando shurikens. Por supuesto avisando que «se ha filado con una fusión de los sistemas de cámara de James Cameron y Vincent Pace» y con la «Tecnología 3D más avanzada del mundo». Yo tengo grandes esperanzas depositadas, tanto como tuve en «Street Fighter: La leyenda«.
Si la primera película se aleja un poco de lo que es la esencia de Resident Evil, cuando este era un Survival Horror, las siguientes se van alejando más y más de la trama principal de los juegos de Capcom, en está van por el mismo camino. Para acallar el gentío y poder justificar que es una película basada en el juego, han puesto al Boss del martillo del RE5 y a los infectados que se les abre las mandíbulas como a los segadores de Blade II. El resto son escenas de acción vistas una y mil veces, como por ejemplo la escena en la que Trinity se tira de espaldas, rompe la ventana y va pegando tiros mientras cae al vacío.
Lo siento, pero no puedo evitar el avergonzarme cuando la industria del cine prostituye algunas licencias de esta manera.