RiME. Análisis PS4

RiME

El estudio español Tequila Works ha hecho uno de esos juegos que podríamos considerar como ‘obra de arte’ por muchos motivos. RiME nos sumerge en un mundo completamente nuevo donde los sentimientos estarán floreciendo constantemente por cada paso que demos. Es uno de esos juegos que después de jugarlos te dejan un vacío en el alma y muchas enseñanzas por su paso.

Así, de forma resumida, puedo decir qué es RiME. Pero sigue leyendo este análisis, tanto si has jugado como si no a la nueva obra de Tequila Works y adéntrate en lo más profundo de esta joya.

Un viaje hacia la aceptación

RiME nos pone en la piel de un joven niño que naufraga, sin explicarnos muy bien el porqué, a una isla en mitad del océano. En la isla tenemos que ir resolviendo una serie de misterios para seguir avanzando en la trama y con ella viajar a diferentes lugares. Cada uno de ellos simbolizan una etapa en el personaje, y dejarse llevar en cada una de ellas y saber analizar el ambiente presente, será un objetivo importantísimo que tenemos que saber hacer para que RiME nos llegue como nunca antes un juego lo haya hecho nunca.

Con respecto la trama no os puedo contar mucho acerca de ella para evitar posibles destripes de la misma. Pero sí puedo decir que para aquellos que no conozcan el desarrollo del título, en RiME no tenemos una historia narrada a través de diálogos o un narrador. Tequila Works ha decidido optar por un desarrollo que se cuenta solo a través del camino que realiza el personaje. Aquí todos los elementos en pantalla tienen peso argumentativo y es el propio jugador el que debe ir deduciendo los diferentes sucesos que rodean al chico. Sé que esto puede convertirse en uno de los grandes inconvenientes de RiME, ya que no muchos jugadores llegan a entender, o comprender, un juego en el que la trama no se de masticada o esté presente a través de líneas de texto.

Siguiendo el buen hacer de entregas como Journey o incluso The Last Guardian, RiME es un viaje ancestral en el que se nos hace cuestionar ciertos aspectos de nuestro ser. Es de esas obras que una vez finalizada nos deja un pequeño hueco vacío en el interior. Donde, como seamos un jugador demasiado empático, tendremos nuestras emociones y sentimientos en pleno florecimiento a lo largo de todo el título. Y lo mejor de esta obra es que no significará lo mismo para otro jugador.

En cuanto a términos jugables RiME es completamente rejugable gracias a la gran cantidad de extras a descubrir. A lo largo de la partida podemos encontrar atuendos, juguetes (que tendrán un papel importante al final del juego), diferentes partes de emblemas, cerraduras con ilustraciones que nos cuentan sucesos de la trama y nanas ocultas por los diferentes niveles. Encontrarlos todos en una única partida será una tarea complicada y dependerá de lo hábil que se sea en la exploración.

Por su parte, el niño, a diferencia de títulos parecidos como es el caso de The Last Guardian, responde correctamente ante los controles e interacción con el entorno. Las plataformas y momentos de escalada funcionan de manera precisa teniendo un manejo dinámico en todo momento, incluso en las partes bajo el agua. Mientras que la cámara, por su parte, es fácil de mover y apenas molesta a la hora de jugar. Aunque en algunos momentos sí ha llegado a ser un incordio porque se mueve hacia ángulos indebidos. Asimismo, en ciertos puntos del escenario podemos notar problemas considerables de rendimiento con caídas muy brutas en los frames. Algo sorprendente teniendo en cuenta la magnitud del proyecto pero, sinceramente, no estropea para nada la experiencia.

A lo largo del desarrollo nos iremos encontrando con algunos niveles de plataformeo en los que escalar o saltar para llegar a zonas elevadas, o simplemente continuar en nuestro viaje. Pero el verdadero encanto jugable de RiME consiste en la solución de sus puzles a cuál más misterioso. La obra de Tequila Works está repleta de ellos, algunos demasiado fáciles y otros no tanto que sí nos llevarán un rato más el completarlos. A pesar de que en su totalidad no ofrecen una gran dificultad, en ningún momento se hacen tediosos ni aburridos, sino todo lo contrario ya que son la mar de originales y una pieza fundamental para avanzar en la trama. Algunos de ellos nos pondrán en gran tensión, por ejemplo, en la zona desértica y rocosa huyendo del «pájaro».

Hermoso y único

Es de buen saber que el estudio español Tequila Works destaca por sus grandes diseños y su estilo personal, pero con RiME el equipo ha conseguido dar un gran paso más allá. The Sexy Brutalle, otro de los títulos lanzados este año, es también otro gran ejemplo de la línea artística tan buena por la que está pasando el estudio actualmente.

RiME destaca por ofrecer al jugador una gran variedad de entornos y escenarios al más puro estilo Cel Shading, un diseño que se ha puesto muy de moda en los últimos años y que nos ha dejado títulos a recordar en la historia del videojuego (este es uno de ellos). Un enfoque artístico que funciona perfectamente en las manos indicadas dejándonos dibujos sorprendentes en todo su máximo esplendor. Tanto el chico, como el pequeño zorro, los diferentes seres y escenarios lucen de manera fantástica con modelados en tres dimensiones muy bien desarrollados.

A lo largo de la trama llegamos a ver ambientaciones totalmente diferentes que van desde la tranquilidad y misterio de la isla hasta la lluviosa y depresiva oscuridad. Todas ellas acompañadas de una paleta de colores pastel ejecutadas con gran mimo que dan esa viveza tan característica al título, incluso en las partes más oscuras. Además de hacer un buen uso de la iluminación y sombras, así como de los diferentes efectos visuales de los que goza RiME. Ya que la fantasía también es uno de los puntos a tratar.

Ya he dicho al principio de este análisis que RiME es considerado una obra de arte y esto se debe a muchos aspectos, todos ellos comentados anteriormente. Pero una obra sin música no puede estar completa y RiME, por fortuna, cuenta con una de las mejores bandas sonoras de los últimos años. Algo tan personal y con un diseño artístico y argumentativo tan maravilloso también tiene que contar con una gran banda sonora detrás.

Para ese trabajo, Tequila Works ha contado con el compositor David García que ha producido toda la banda musical de RiME. 40 son las canciones totales que posee el título y a cuál más impactante, deliciosa, delicada, sentimental y dulce… Un abanico armónico ejecutado a la perfección, llegando a jugar uno de los papeles más importantes de toda la obra. La mano de David García es la que hace que la historia del estudio nos llegue. Nos emocione. Incluso lleguemos a amarla. Sobre todo el tema The Song of the Sea que cuenta con la colaboración de Mirella Díez Morán. Una canción que, una vez finalizado el título, nos dejará la piel de gallina con su maravillosa letra…

Conclusión RiME

A pesar de haber ciertos aspectos importantes a mejorar como las caídas de imágenes por segundo y su rendimiento en ciertos momentos, que sinceramente me sorprende que haya este tipo de problemas en un juego así. RiME es un título jugable de principio a fin y tiene una infinidad de puntos positivos que lo hacen único y con el que Tequila Works consigue emocionar hasta niveles insospechados.

RiME es una experiencia que no solo se debería de jugar, sino que también se tendría que sentir y vivir. No es simplemente un juego, es algo mucho más que eso. Una experiencia de gran nivel como lo fueron (y siguen siendo) Journey o The Last Guardian. Una buena obra no debe adaptarse a su espectador, sino que el espectador es el que debe entender la obra. Y tal como sucede con una obra de arte, con RiME debe ocurrir lo mismo.

Salir de la versión móvil