Shadowrun Hong Kong. Análisis

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Que a estas alturas los proyectos de Harebrained Schemes son todo un éxito en Kickstarter es algo que nadie puede negar, pero lo que muchos nos estábamos preguntando es cómo le sentaría a la compañía realizar un nuevo título basado en una franquicia tan potente como Shadowrun, y más cuando estamos hablando del tercer lanzamiento en tres años. Desde luego el reto no es precisamente pequeño pero por lo que hemos podido comprobar con Shadowrun Hong Kong han estado a la altura.

No son muchos los que han intentado que Shadowrun, este juego de rol de toda la vida, funcione en el mundo de los videojuegos y han sido todavía menos los que lo han conseguido, contando con la franquicia que ha creado Harebrained Schemes como único referente interesante. Vayamos por partes.

Rol con alta carga de historia

Cuando hablamos de un videojuego basado en un universo de rol está claro que la historia o las aventuras que vayamos a vivir en él tienen que ser lo más interesantes posibles y que enganchen al jugador, ya que aunque el combate es una parte importante de los RPG, lo que realmente nos da la vida es la trama. Shadowrun siempre ha sido un mundo de lo más particular, donde la moralidad está a la venta y la diferencia entre humanidad y máquinas a veces es prácticamente indistinguible.

Harebrained Schemes tuvo siempre esto muy claro en sus dos primeros lanzamientos con Shadowrun Returns y más tarde en Dragonfall, su expansión. Hong Kong sigue el mismo guion, aunque para nuestro gusto esta vez se han perdido un poco  más al querer dar una mayor libertad al jugador. Este mundo abierto ha conseguido que nos perdamos durante un mar de misiones secundarias que hacen prácticamente inexistente la trama principal desde que abandonamos el principio hasta que estamos llegando a su desenlace.

Esto no es algo necesariamente negativo, pero sí que nos hubiera gustado mantener un poco más el interés por la trama. Shadowrun Hong Kong nos ofrecerá muchas horas de intrigas, exploración y combates tácticos, al más puro estilo de un RPG de corte clásico, a lo que hay que añadir una alta concentración de cinemáticas y mucho texto para leer. Todo un bufet libre para los amantes del rol.

¿Para qué cambiar lo que ya funciona?

La jugabilidad de Shadowrun Hong Kong sigue al pie de la letra la que pudimos ver en las anteriores entregas. Es cierto que hay algunos cambios que se van notando a medida que avanzamos con nuestros personajes, como un sistema sin clase específico lo que nos permitirá desarrollar nuestros personajes a nuestro antojo, o que esta vez sí que veremos cómo el juego se pausa automáticamente en el momento en que veamos un enemigo, pero la mayor parte de las posibilidades que veíamos en Dragonfall y Returns están intactas. ¿Es esto algo negativo? En absoluto, Harebrained Schemes llegaron a un sistema de combate de lo más funcional que nos da muchas horas de diversión, y si a esta combinación le añadimos más armas, equipo y una dificultad más elevada el resultado es que estamos ante un título de lo más interesante que no ha cambiado una base que ya funcionaba, lo cual es de agradecer ya que muchos estudios intentan innovar para no estancarse y acaban destrozando lo que no necesitaba ningún arreglo.

De todos modos la compañía no se ha dormido en los laureles y ha utilizado ese tiempo extra que le ha dado no cambiar demasiado la jugabilidad para centrarse en realizar algunas mejoras que la gente estaba reclamando en anteriores entregas. La interfaz ha sufrido un remodelado considerable que le ha sentado especialmente bien, sobre todo la parte de The Matrix, donde hemos visto que el cambio ha sido radical. No queremos desvelaros demasiados detalles para que los podáis comprobar por vosotros mismos, pero una de las características que más nos han gustado es que ahora podremos terminar algunos de estos encuentros sin tener que recurrir al combate, un buen cambio sin duda para los menos bélicos.

Un estilo que sigue siendo cuidado

Uno de  los últimos apartados que vamos a tratar en este análisis de Shadowrun Hong Kong es el técnico y es que como siempre Harebrained Schemes nos ha dejado sin poco que criticar. El juego mantiene esa perspectiva cónica de los RPG clásicos con cuidados escenarios y gráficos de lo más resultones, sin tener que recurrir a grandes ordenadores para moverlos. Las animaciones siguen siendo de lo más fluidas, lo que aporta mucho realismo al juego y nos mete más en el papel que vamos a desempeñar.

Cabe destacar el impresionante trabajo que han hecho en el apartado sonoro y es que la banda sonora de Shadowrun Hong Kong es impecable, con grandes toques en los momentos de acción y mucho más pausada cuando la situación lo requiere. Una vez más debemos destacar que el juego está íntegramente en inglés pero es algo que no debemos de tener en cuenta y más cuando estamos ante un juego de un estudio pequeño.

Conclusiones de Shadowrun Hong Kong

Harebrained Schemes repite la fórmula que lo ha hecho famoso con sus últimos proyectos en Kickstarter, volviendo al mundo cyberpunk con Shadowrun Hong Kong en el que ha mantenido la jugabilidad y los conceptos más interesantes y cambiando las características que más problemas estaban dando. Quizás en el desarrollo han descuidado un poco una historia que se pierde un poco entre tantas misiones secundarias, pero a buen seguro es un RPG de corte clásico de lo más recomendable y que nos dará horas y horas de diversión.

https://www.youtube.com/watch?v=dQp2HVTVQPo

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