Blackwood Crossing. Primeras impresiones PC

De nuevo tenemos la oportunidad de probar en nuestras carnes un juego desarrollado por Paper Seven, si es que se le puede llamar así, en donde la protagonista es la narrativa y el jugador queda excluido a un segundo plano en el que tiene que averiguar qué es lo que está pasando mientras interactúa con el entorno, pero siempre de una manera muy pausada. Blackwood Crossing, mediante esta premisa, nos sitúa en la piel de Scarlett, una guapa adolescente que sufrirá en sus carnes la peligrosa tarea de criar sola a su hermano pequeño Finn en la que posiblemente sea la peor etapa en la vida de un ser humano, la adolescencia. Con esta ligera premisa, que en un inicio nos es desconocida, no hará falta demasiado tiempo para que nos demos cuenta de que lo que estamos viviendo dista mucho de una realidad plausible y que todo lo que nos rodea forma parte de la imaginación de nuestro hermano pequeño.

Nada más comenzar el juego nos sitúa en el vagón de un tren en donde, de manera reiterada, buscaremos a nuestro hermano por el vagón viendo que la dinámica de juego es muy sencilla, aunque narrativamente requerirá un esfuerzo por parte del jugador ya que las cosas están puestas pero la interpretación tendrá que salir de nosotros. Lo que en un inicio parece una escena normal de una pareja de hermanos, se torna en una experiencia cuanto menos curiosa por los instantes terribles que vamos a vivir y los acontecimientos que vamos a sufrir, ya que en Blackwood Crossing todo lo que pasa es real como la vida misma, pero mostrado en forma de metáforas, en ocasiones más sutiles unas que otras.

Según avanzamos nos vamos dando cuenta de que nuestra protagonista, Scarlett, tiene entre sus manos el bienestar de la relación con su hermano Finn, por lo que en el inicio de esta aventura quedará bien claro por qué está pasando lo que está pasando y en consecuencia por qué nuestro hermano se comporta de esta manera. Una imaginativa construcción de niveles nos propone situaciones delirantes, pero perfectamente justificadas con el guión y la historia. En lo que a jugabilidad se refiere tendremos la posibilidad de resolver puzles que nos permitirán avanzar en esta historia con la problemática de que si no los conseguimos nos quedaremos atascados.

También hemos podido disfrutar de un modo en el que los diferentes personajes que forman parte del juego, de la vida de Scarlett y Finn, entran en escena para tener que ser conjuntados como si de dos cartas iguales se tratara, de este modo el abuelo dirá una frase que tendremos que completar con algún otro personaje de la escena para que nos permita avanzar en la historia y no quedarnos atorados. Blackwood Crossing cuenta con su parte de humor dentro de un drama como es el de la orfandad por lo que encontraremos, por ejemplo, en las paredes del tren pósters emulando a películas de nuestras vidas como ‘Solo en casa’ y ‘Liberad a Willy’, pero aplicados al contexto de nuestra historia y a nuestros personajes. En lo referente a todo lo que conlleva la jugabilidad, Blackwood Crossing es relativamente lento en la narrativa, también en la forma de caminar y ejecutar las acciones, con la posibilidad de disfrutar de puzles y desafíos para la lógica y la mente. Visualmente es colorido y el modelado está bien realizado, las texturas también son vivas con planos en los que la luz juega con las emociones.

Por ahora el resultado de jugar a Blackwood Crossing es bueno a falta de poder disfrutar de todo lo que nos puede llegar a ofrecer en su versión final, esperando que esos puzles sean en mayor cantidad.

 

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