Cat Quest, lo nuevo de The Gentlebros. Análisis PS4

Cat Quest análisis

Los desarrolladores The Gentlebros nos sorprenden con su último videojuego, Cat Quest. Un proyecto en el que el estudio ha juntado el estilo clásico de los RPG enfocados al mundo abierto con su gran amor a los gatos. Sí, habéis leído bien ¡GATOS! Y ¿qué puede salir mal cuando todos los personajes son adorables felinos? Pues sinceramente pocas cosas y lo veremos ahora en nuestro análisis.

El mundo de Felinia

En Cat Quest nos ponemos en la piel de un simpático gato que se ve involucrado en una gran aventura para rescatar a su hermana de las manos del malvado Drakoth. Junto a un ente gatuno, viajaremos por todo el mundo de Felinia en busca de misiones y botines de todo tipo, mientras ayudamos a todos los ‘miauvitantes’ de la zona. Todo ello para hacernos más fuertes y poder enfrentar a Drakoth.

El principal encanto de Cat Quest habita en sus habitantes, aquí todos los personajes que dan vida a Felinia son felinos volviéndolo todo la mar de adorable. Gracias a su extenso mapeado nos ofrece una gran cantidad de lugares a visitar, conocer y sobre todo explorar. Aunque se utilice en exceso el tener que regresar, una y otra vez, a los pueblos ya visitados. Respecto este último punto, la exploración también juega un papel muy importante en esta aventura, ya que tenemos una serie de mazmorras a completar en las que encontrar cofres de todo tipo para conseguir objetos y mejorar nuestro equipamiento. Además de tener como objetivo el derrotar a todos los adversarios que las habitan, siendo un gran aliciente para aumentar de manera rápida nuestro nivel de personaje.

Como buen RPG que es, Cat Quest cuenta con un gran abanico de equipamiento para personalizar y fortalecer a nuestro gatito. Dándonos la opción de poder equipar tanto gorros o cascos como piezas para el cuerpo, con los que aumentar nuestra defensa o escudo, así como armas para potenciar el ataque, y todo ello con un fin visual para ver en todo su esplendor el glamour de nuestro fiel felino. Si lo comparamos con otros títulos del género, la obra de The Gentlebros se queda bastante corta y peca de ser demasiado simple, pero es en esta sencillez donde habita su encanto dándonos una fórmula que funciona realmente bien, sorprende y divierte cuanto nosotros queramos.

Encontrándonos en este último aspecto, uno de los puntos negativos que encontramos en el juego. Cat Quest, para pertenecer al género que pertenece, es un título que se hace demasiado corto, siendo la historia principal fácil de superar en apenas un par de horas si nos centramos, únicamente, en esta. Pero como bien hemos dicho anteriormente, la duración del mismo puede ser tan larga como queramos debido a la gran cantidad de misiones secundarias a completar así como mazmorras que superar. Ascendiendo la duración de vida a las 10 horas aproximadamente.

Y aquí presenciamos el otro inconveniente que emborrona un poco la jugabilidad. El sistema de misiones no está del todo bien ejecutado, obligándonos a tener que revisitar más de una vez los diferentes poblados del mapa, convirtiendo la experiencia en un “corre pasillos” para poder aceptar misiones y completarlas. Un sistema mejor estructurado con el que poder llevar un control más exhaustivo de estas, en cualquier pueblo del mapa hubiera funcionado de manera mucho más sutil haciendo que este sea dinámico y accesible.

Por su parte, el combate que tenemos disponible en Cat Quest es un claro ejemplo de que prácticamente, casi todo, funciona de manera armónica. Sin perder en ningún instante el ritmo de la aventura, los enfrentamientos se presentan directos en este puzle encajando sin problemas con las piezas de jugabilidad y narrativa. Durante los combates tendremos a nuestra disposición golpes físicos con el arma o especiales a través de la magia, sin embargo cada enemigo será débil a cierto tipo de habilidad. De esta manera se nos complica un poco más la situación, sobre todo cuando hay gran cantidad de adversarios en pantalla, entrando en juego nuestra habilidad con el botón de esquive el cual nos dará más de una alegría.

Miau-fantástico

Aunque a simple vista Cat Quest no parezca sorprendernos en absoluto, una vez que empezamos nuestra travesía-gatuna nos daremos cuenta de que es todo lo contrario. El universo de Felinia es hermoso y absurdamente tan adorable que hará que te enamores de su encanto visual. Bueno, siempre y cuando seas un enfermizo a la belleza felina. Bien es cierto que no encontramos un gran trabajo en cuanto a gráficos se refiere detrás de este proyecto, cayendo todo su potencial en modelados de dos dimensiones con un campo bien definido de profundidades, pero su buen hacer en diseño de personajes y escenarios, así como su colorida paleta de colores hacen que sea un título vistoso enfocado a lo que de verdad debe ser.

En cuanto al campo musical, el equipo de The Gentlebros opta por un juego de pistas muy animadas que en ningún momento se hacen tediosas, sino que acompañan perfectamente al compás del desarrollo de los acontecimientos. Haciendo una mezcla entre compases místicos, que ya nos dan una idea de la magia y fantasía que rodea al título, y momentos épicos subiendo el tono para dar esa energía extra necesaria para llegar al espectador. Todo ello con una melodía principal de fondo que le da esos toques necesarios de aventura y exploración, como buen RPG que debe ser. Por otro lado, también hay disponible otra pista enfocada al combate contra jefes, en donde todas las notas cambian a unas más pesadas. Tornando toda la melodía a un tono bajo con toques melancólicos con el que se nos marca la presión y ambiente cargado del momento.

Asimismo, también podemos disfrutar de un abanico de efectos de sonido que cumple bastante bien con su cometido. Destacando los mismos del combate bien sean movimientos básicos, choques o el golpe o activación de nuestros poderes mágicos.

Conclusión Cat Quest

Aunque podamos encontrar algunos inconvenientes menores en su desarrollo, Cat Quest es el típico título que puede y tiene éxito por lo que es. Su planteamiento es simple y ahí es donde habita todo su potencial: una historia principal corta pero divertida con muchos guiños a la vida gatuna, una gran cantidad de misiones secundarias, sus combates, armas y armaduras y un universo rico en personajes lo convierten en un videojuego carismático y sobre todo adorable de principio a fin. Dejando bien claro que, en pequeñas ocasiones, ser menos llega a ser más cuando hay un buen trabajo detrás. Como apunte personal, decir que un modo multijugador local coperativo le hubiera venido de maravilla. Quizás en una segunda entrega…

Política sobre notas en Game It.

Salir de la versión móvil