Deus Ex: Human Revolution, análisis PS3

Desde que el hombre tomó conciencia del poder de la tecnología, todos los campos de la cultura han fantaseado con la posibilidad de adelantarse a su época e inventar mundos paralelos, mundos donde los más inverosímiles hallazgos tuvieran cabida y donde el ser humano llegará a ser simultaneamente el más beneficiado y el más perjudicado receptor de los mismos.

Al hablar de estos futuros alternativos, avalanchas de nombres y autores acuden a nuestras mentes. Si nos ceñimos al campo literario, la obra de un visionario Verne es la que quizás captó con más acierto la esencia de lo que sería el mundo del mañana, aunque también me gustaría destacar la descorazonadora visión de un futuro (im)perfecto que Orwell y H.G. Wells legaron a las generaciones posteriores, que hoy contemplamos con preocupación como algunas de sus visiones acarician de refilón a la realidad imperante.

El cine tampoco se ha quedado atrás en esta carrera por la conquista del porvenir y desde meras anécdotas palomiteras como la saga “Regreso al futuro” a verdaderos tótems del Séptimo arte -imposible olvidarse aquí de la genial Metrópolis de Fritz Lang– han gobernado las taquillas durante decenios.

Hoy, gracias a nuestra interminable inquietud, disfrutamos de una nueva manera de hacer arte, el videojuego, y como no podía ser de otra manera, esta faceta de la creatividad también intenta sondear, quizás con mayor fuerza que las anteriores, el ¿y si…? inherente a nuestra manera de ser. El juego que nos ocupa a continuación, es quizás el mayor y mejor valuarte de todo lo expuesto anteriormente. Con todos vosotros, Deus EX, la revolución humana que siempre desearemos contemplar.

Desafortunadamente para el gamer ávido de nuevas sensaciones, el género FPS hace ya tiempo que se convirtió en receptáculo de juegos mediocres, con historias anecdóticas y cuyo único afán es ver «quién la tiene más grande» a la hora de desplegar potencial gráfico y movimiento de juego Online. Tan solo un puñado de elégidos, entre los que podríamos destacar Stranger´s Wrath, Bioshock o incluso la primera parte del título que nos ocupa se han molestado en añadir algo de pimienta al género. Por eso es muy de agradecer que la división canadiense de Eidos haya retomado la franquicia Deus EX para intentar sembrar de nuevo el HAMOR por este tipo de juegos entre el público más reticente y escéptico, y a falta de analizar los pormenores técnicos y jugables, os puedo adelantar que conmigo lo han conseguido.

Gráficos

No nos encontramos ante un juego que vaya a encandilarnos con un despliegue gráfico de proporciones épicas, pero desde luego, el resultado global provoca una sensación de solidez que nos invita a sumergirnos en el mundo futurista en el que se desenvuelve la historia. Si bien el modelado de los personajes a veces nos deja un poco descolocados (yo aun hay noches en las que sueño con la rehén afroamericana de una de las primeras misiones) el punto clave de este apartado reside en el diseño artístico de todos y cada uno de los parajes que componen las 5 ciudades. Si antes hablábamos de referencias cinematográficas, las reminiscencias a Blade Runner que destilan muchos emplazamientos son más que evidentes, ofreciéndonos escenarios cuasi epilépticos, en los que la sensación de haber viajado al verdadero mundo del mañana es bastante creíble. Resumiendo, si a la grandísima puesta en escena se le hubiera sumado un motor un poco más ágil, este apartado habría sido recordado como uno de los mejores de esta recta final de generación.

Música y FX

Cyberpunk, cyberpunk everywhere…!!! Y la música y la ambientación no iban a ser menos. Desde que vimos los primeros teasers y trailers quedó patente que los canadienses destilaban talento por los cuatro costados, y las composiciones designadas para acompañar a Jensen a lo largo de su particular vía crucis son una pequeña gran pieza que se amolda a sus compañeras de puzzle para conseguir una armonía artística, de la cual sus creadores pueden estar muy orgullosos. Generalmente en un segundo plano, es en los momentos álgidos de la aventura cuando seremos conscientes de lo bien construidas que están, y si estamos ya curtidos en el arte del videojuego, podremos incluso encontrar pequeños homenajes a lo que pudimos escuchar en la primera parte de la saga.

Las voces, que llegan con una correcta localización al castellano, adolecen el ya típico problema de bajo volumen al que estamos acostumbrados, aunque toqueteando un poco el menú esta anécdota se supera con facilidad, dejando como resultado una película poligonal que nos invitará a quitar todo tipo de subtítulos y poner el volumen a tope.

Jugabilidad

Imaginad por un momento un mundo en el que la mejor mecánica FPS, el sigilo tipo Solid Snake y las conversaciones más enmarañadas del Comandante Shepard se fundieran. ¿Lo tenéis? A grandes rasgos eso es Human Revolution, una amalgama de géneros que, aunque a priori no parecen tener mucho en común, en la práctica han demostrado que si se fusionan con inteligencia pueden dar mucho de sí y ahondar un poco en territorios, no diremos vírgenes, pero si muy poco explorados, sobre todo en el transcurso de esta generación.

Si a esto le agregamos un control fluido y rápido, un sistema de inventario funcional y una selección de diálogos amplia y con posibilidades, las horas de pegar nuestras manos al mando están más que aseguradas.

El único problema de todo esto es que a veces el producto final parece un jersey de patchwork, de esos que les gusta hacer a las abuelas. Tanto trozo de aquí y de allí pone en peligro la identidad del juego. De hecho, me juego un clásico de Master System a que en más de una ocasión exclamaréis «¡Esto ya lo hice con Snake!» o «Shepard ya tuvo esta conversación». A pesar de eso, al finalizar el juego, el regusto que nos queda es el de haber sido partícipes de algo original, porque aunque los géneros ya estuviesen ahí, había que tener unas ideas meridianamente claras para que cuajasen y no nos dejaran con cara de «¿Esto que es?». Vamos, que donde otros muchos se han estrellado al usar la coctelera, Eidos ha obtenido una bebida equilibrada, sabrosa y adictiva.

Modos de juego y Online

Deus Ex tan solo cuenta con una campaña individual. Al principio del juego podremos seleccionar una de las tres dificultades ofrecidas, y poco más. Por delante nos quedarán aún mas de 20 horas de investigación, sigilo, acción FPS y montones de piezas que añadir a nuestro antaño visceral cuerpo. No es un juego que revisitaremos enseguida, pero quizás dentro de unos años, si el panorama creativo sigue así de mediocre, más de uno lo desempolvará para desenmarañar la conspiración Sarif.

Conclusión

He abierto mi ventana videojueguil y de repente ha entrado por ella una suave brisa revitalizante. Mi cuarto de juegos ya desprendía un tufillo bastante desagradable, fruto de innumerables títulos cuyo aporte al mundo del videojuego era el mismo que el de una morcilla de Burgos. Deus EX, al menos durante unas bien disfrutadas horas, ha sido capaz de devolverme un poco de la fe que truño a truño he ido perdiendo durante los 4 últimos años. Si no fuera por títulos así, hace ya tiempo me habría comprado un patinete y jugaría en el parque en vez de delante de la tele. Que si, que me ha gustado mucho, y os lo recomiendo encarecidamente. Y ya de paso si podéis rejugar el uno (del dos mejor no hablamos…) creceréis unos cuantos niveles como jugadores.

LO MEJOR

– Tendremos aventura para rato.

– La cota artística del juego roza lo sublime.

– Podremos hacer y deshacer a nuestro antojo, y nuestras decisiones son importantes.

LO PEOR

– Algunos aspectos gráficos son mejorables.

– A veces nos embarga una sensación de dejá vu a causa de la mezcolanza de estilos.

– Que no podamos aumentarnos en la vida real…

NOTA 9

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