ELUFail #2: Hay que echar cuenta a las señales (parte 2)

¡Muy buenas!, lo prometido es deuda y aquí estamos un domingo más para ofreceros el esperado final del segundo  ELUFail: Hay que echar cuenta a las señales.

La semana pasada nos quedábamos cuando se cayó el plato encima de la Playstation y se puso todo perdido, ¿verdad?, pues a partir de aquí, la cosa empieza a coger un tono algo más gris, ¿preparados para un final trágico?, ¡pues sigamos!

Después de esto, no pasó nada, puesto que lo limpiamos y todo quedó bien, o eso creíamos. Cuando nos volvimos a sentar en el sofá, (una vez que TODOS terminamos de comer y lo recogimos) intentamos volver a iniciar el partido, a lo que nos dimos cuenta que por mucho que le diéramos al Start, el partido no continuaba. Se ve, que con el golpe del plato en la Playstation 2 se quedó colgada, cosa que nos fastidió bastante y más cuando apagamos y volvimos a encender la consola y no daba señales de vida. Consola estropeada. (cuarto aviso…).

Después de esto, todos se fueron a sus casas (la verdad que en ese momento mi cara tampoco invitaba a quedarse). Una vez sólo en casa, no tenía ganas de acostarme tan temprano, entonces, me dispuse a jugar al PC. Por aquel entonces yo jugaba al famoso Counter Strike 1.4, si si, aquella versión en la que se podía hacer el bunnyjam y todos estábamos en ClanBase (qué tiempos aquellos cuando podías jugar online sin players cheat´s …).

Ya parecía que todo estaba perfecto, estómago lleno y sentado en mi pc, tuve la genial idea (… si claro…), de ponerme una copita. Me fui al mueble bar y pensando en lo que me esperaba al día siguiente (recordar que jugaba al futbol y me tenía que levantar a las 9 de la mañana) cogí una botella de Mojito Cacique y 1 copa y me fui a la cocina a prepararme una buena copa. Cuando terminé de ponerme la copa, se me ocurrió la genial idea de llevarme la botella de Cacique Mojito, la de Lima Limón y el vaso a mi cuarto por si quería repetir.

Cuando me dispuse a ir hacia mi cuarto pensé, ¿por qué no coger las botellas y la copa y ya no tengo que dar otro viaje? (…), pues cogí una botella y me la coloqué debajo del brazo y la otra la cogí con una mano y por último la copa con la otra mano. Comencé a andar y notaba que la botella se me resbalaba, a lo que en una maniobra arriesgada de coger la botella y sujetarla con la rodilla, me tropecé y fui directo al suelo, con la mala suerte de que al vaso le dio por quedarse entre mi mano izquierda y el suelo. Sucedió lo que todos pensáis, me corté toda la mano izquierda.

Empecé a sangrar, pero pese al dolor que tenía me negaba a salir de casa para ir al ambulatorio, hasta que comencé a sentirme mal y la sangre no paraba de salir (sería que me estaba desangrando o algo … xD), por lo que decidí ir al ambulatorio de mi barrio (andando puesto que está a unos 5 minutos). Cuando llegue al ambulatorio empezó una nueva película. Por cierto, todo lo que ingeniamos para no salir de casa, para nada.

Primeramente cuando le conté la historia al primer enfermero que me atendió, no se lo creyó y me dijo que si quería que llamara a la policía, por si quería denunciar algo, a lo que yo me quedé alucinado. Creían que la herida era de una pelea, incluso estuvieron a punto de hacerme la prueba de alcoholemia. Todo parecía surrealista.

Después de pasar un mal rato hablando, vino la peor parte (o eso pensaba yo, que ya no podía ir peor el día), cuando me tuvieron que quitar los algodones y las gasas que me puse yo para cortar la sangre, debido a que ya estaban repegados a la piel. Pero lo peor no fue esto, si no lo que me dijo la enfermera que me atendió, por cierto era encantadora (fue lo único bueno que me pasó en toda la noche jejeje). Tenía 5 cortes por toda la mano, 4 de ellos no eran preocupantes, pero tenía un corte en el dedo índice que me llegaba al hueso (vale, lo reconozco, me acojoné).

Teniendo en cuenta este último corte, la encantadora enfermera me dijo que lo sentía mucho, pero que me tenía que mandar al hospital, porque seguramente me tendrían que coser (la noche cada vez prometía más). Cuando salí a las 12.30 de la noche del ambulatorio con la mano reventada, tenía que irme al hospital y esto si que era un problema, puesto que andando no podía ir, es decir, o me montaba en el bus, o me llevaba alguien en coche y teniendo en cuenta la hora que era y que yo no podía conducir, sólo me quedaba una solución.

Llamé a mi primo (si, ese que hace sólo una hora tiro el plato sobre mi PS2 y la partió), me llevó a urgencias y después de estar 4 horas esperando (por supuesto mi primo se fue al rato y estaba yo sólo) por fin me tocaba.

Cuando entré, me atendió un médico jovencito. Cuando me vio la mano, me preguntó cómo pasó y aunque le conté la verdad, pensó lo mismo que el enfermero del ambulatorio (¿qué pasa, tengo cara de peleón o qué? grrr). Lo malo es que tendría que haber mentido y no contado la verdad como lo hice, puesto que cuando le conté lo que realmente ocurrió, su contestación fue (TEXTUALMENTE).

Médico: Joder chaval, ya que te vas a poner así la mano, al menos que sea con un buen whisky o ron, no con un Mojito que es de nenas».

Fran –> Autoestima: -12

Médico –> EPIC WIN

Después de pasar un mal rato mientras me cosía la yema del dedo índice (por cierto, que dolor más grande), salí del hospital, ya estaba amaneciendo, serían las 6.30 de la mañana y cuando me dispuse a llamar a mi primo para que volviera a por mi, me di cuenta de que la batería de mi móvil se había gastado después de estar 4 horas jugando (el tiempo de la espera…), por lo que tuve que coger un taxi y decirle al amable conductor que me llevara a mi casa y que se esperara en mi casa que tenía que subir a por dinero para pagarle, puesto que no tenía dinero en la cartera. Por suerte sólo el primer taxista se negó, el segundo aceptó llevarme, siempre y cuando le dejara mi DNI por si acaso me daba la fuga. Al final va a ser verdad que tengo cara de niñato … 🙁

Una vez en casa, a las 7.00 de la mañana, tuve que llamar a mi entrenador y contarle toda la historia, con algun que otro cambio (jamás me corté con una copa que contenía alcohol, sólo era coca-cola). Pero una vez más, una persona más, no se creyó mi historia, cosa que me volvió a dar que pensar, ¿de verdad tengo pinta de formar estos líos queriendo?…

La moraleja de esta historia creo que queda clara. Si la cosa no empieza bien, no fuerces, déjalo estar y deja que pase el día.

Si alguno de ustedes tenéis alguna historia parecida o queréis contarnos alguna anécdota, ya sabéis lo que tenéis que hacer, nos la mandáis a contacto@gameit.es, os esperamos.

Por cierto, soy una buena persona, de verdad 😀

 

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