ELURetro #5. Ralph Baer. Creación y reflexión

Buenas tardes queridas/os Eluars/ers a este nuevo número de ELURetro.

Las semanas pasan y os traemos artículos retro de todo tipo, desde juegos que han cambiado generaciones enteras, hasta consolas clásicas que han hecho que disfrutemos como niños a medida que pasan los años.

En esta nueva entrega de nuestra sección retro no voy a hablaros de una consola en concreto ni de un juego, voy a hablar de una personalidad, quizá una de las más importantes ligada a esta industria.

He leído recientemente una noticia en nuestra web que me ha causado cierta sensación de descubrimiento y a la vez decepción. Tras esto pensé que lo adecuado era hablar de esta persona, de lo que ha creado, y de lo que piensa al cabo de los años para de este modo enfocar su punto de vista.

Por un ELUPunto positivo, si digo el nombre “Ralph Baer” ¿le suena a alguien?

Para los que no lo sepan, Ralph Baer es ni más ni menos que “el padre de las videoconsolas”. Es el creador de todo esto que nosotros llamamos de muchas maneras: consola, mi negra, máquina, cacharro, blanquita, tostadora, etc., etc., etc.

Gracias a él tenemos el privilegio de matar las horas delante de la pantalla disfrutando nivel tras nivel y aunque no lo creamos, aprendiendo, mejorando nuestros reflejos y haciendo amigos.

Ralph Baer tuvo la genial idea de conectar un sistema de entretenimiento a un televisor y “voila”, a jugar. Y aunque sea el hombre algo modesto no podemos dejar de quitar importancia al invento que este alemán ha brindado a la sociedad.

La primera videoconsola doméstica

Ralph Baer creó la Magnavox Odyssey en 1972. Cuando se lanzó por aquel año la Odyssey generó un caso severo de la “locura de Pong”, y compañías por todo el mundo comenzaron a desarrollar sus propias máquinas. Ahí nació la industria del videojuego.

La Maganvox Odyssey llegó a tener un total de 28 juegos de extrema sencillez (comparados con lo que podemos encontrar ahora), entre el que destaca el famoso Pong, ¿quién no ha jugado al Pong?

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Primera generación

Esta es la primera generación de consolas, algo curioso de ver para un gamer acostumbrado a la alta definición. Como dato anecdótico deciros que el prototipo de esta consola fue creado en el año 1968 y el nombre con el que se le apodó fue el de «brown box» (Caja marrón).

El 27 de enero de 1972, Magnavox comenzó la producción de la máquina, y el sistema fue lanzado en mayo. Se vendieron ese año 100.000 unidades a unos $100 por unidad. Un éxito de ventas vamos, pero claro, ¿y la competencia? es la ventaja de crear algo nuevo.

Tras el éxito de ventas conseguido por la Magnavox original era lógico que se lanzara al mercado una sucesora. Esta sería la Magnavox Odyssey². Aquí os dejo las características técnicas de esta máquina para que veáis de que estaba hecha la máquina:

Por si tenéis curiosidad en saber más de esta máquina os adjunto un vídeo review realizado por Gamester81 donde os explica todo lo que necesitais saber acerca de la Magnavox Odyssey².

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La potencia gráfica y la calidad de los títulos es significativamente mayor a su predecesora, siendo probablemente el regalo estrella de aquella época. Una pieza de coleccionista y un hito en la historia de las videoconsolas.

El inventor habla de su obra

Está claro que Ralph Baer no pensó en la trascendencia que tomaría su creación. Puede que al principio lo tomara como un simple juego para niños, o puede que pensara que era para todos los públicos, pero sea como sea este hombre creó una mina de oro donde la tecnología se vuelca generación tras generación de consolas para sorprendernos y dejarnos boquiabiertos con las mejoras gráficas a las que estamos llegando, y por suerte o desgracia, comenzamos a rozar el nivel culmen de los videojuegos tal y como los conocemos a día de hoy.

El reconocimiento que este hombre ha recibido en vida ha sido notorio pues ha recibido incluso la medalla nacional de la tecnología de Estados Unidos.

Ahora, en su vejez, hace reflexión del camino que ha tomado la industria del entretenimiento digital así como los contenidos que sostiene.

Cuando el padre de las videoconsolas dice que “lo que yo creé se ha convertido en una abominación” te hace pensar detenidamente.

Ralph Baer fué entrevistado recientemente en el diario Salt Lake Tribune. Evidentemente un hombre de su edad tiene mucho que decir y probablemente, aunque no se tengan en cuenta sus palabras, siempre vienen desde la experiencia.

Vamos a leer un extracto de la entrevista que concedió y que nuestro redactor Salvador ha mencionado anteriormente:

«Creo que es una vergüenza (las videoconsolas actuales). Lo que yo creé se ha convertido en una abominación. Todo lo que hice fue ofrecer lo que creí que podría ser una idea divertida, que era el resultado de una pequeña caja que estaba vinculada al set de televisión. Eso ha crecido, crecido y crecido…».

Es cierto que las personas de mayor edad tienden a ser conservadoras y poco agresivas, sin embargo tenemos que recordar la trascendencia de este hombre para tener en cuenta lo que dice.

«Nadie se dio cuenta, ni siquiera por aquel entonces, que nos encontrábamos en aquella curva geométrica que iría creciendo y creciendo hasta el cielo. Era imprevisible y fantástico. Estoy orgulloso de que sucediera. Y si no lo hubiera empezado yo, cualquier otro lo hubiera hecho».

La reflexión de un gamer

Mi colega de redacción Salvador también ha arrojado algo de luz al asunto pero, vamos a mirar un poco que está pasando.

Lo primero, aunque suene a cachondeo, ¡¡¡los japoneses no han creado las consolas!!! seguro que más de uno creía que las consolas venían del territorio nipón.

Lo segundo. La industria del videojuego toma cada año unos tintes más negros. Disfrutamos de juegos de calidad cada vez a un rítmo más frenético donde no importa tanto la calidad, sino la cantidad. Sin ir más lejos, ¿cuántos juegos malos habían en el catálogo de Megadrive?, vale, ¿y en el de PlayStation 3 o Xbox 360?, ahora si me explico y me entendéis mejor.

La diferencia es que antes se vivía para la industria del videojuego y ahora se vive de ella. Sólo importan las cifras, no se ama lo que se crea. Seguro que, por poner un ejemplo, han puesto muchísimo más cariño Sega y Nintendo en cada uno de los juegos de sus catálogos que Sony y Microsoft juntas. Los tiempos han cambiado y Ralph Baer, padre de las videoconsolas, lo sabe. Sabe que como lo que importan son las ventas se ofrece lo que vende, y como lo que vende es la violencia, «pues violencia que te crió«. Cuando un juego como Grand Theft Auto IV, famoso por la violencia que se muestra, donde podemos hacer lo que nos viene en gana, vende más de 6 millones de copias en todo el mundo en una semana tras su lanzamiento, algo falla. Y no hablemos del hype montado tras el primer vídeo de GTA V, ¡¡sólo es un vídeo!!

Ralph Baer creó un sistema de entretenimiento que persigue eso mismo, entretener, y no se vosotros, me lo paso bien pegando tiros en la consola, desmembrando enemigos, viendo volar pedazos de bichos por los aires, sangre a borbotones, pero como las horas que me he pasado jugando por ejemplo al Alex Kidd… ninguno.

Gracias Ralph Baer.

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