Desarrollado por el estudio Clap Hanz la veterana saga de golf nacida en 1997, regresa a PlayStation 4 bajo el título de Everybody’s Golf con grandes opciones de personalización y creación de personajes, un modo online competitivo y cooperativo para demostrar quién es el más hábil ante los palos. Todo eso sin perder ni pizca de su personalidad y mecánicas.
Jugabilidad accesible para todos
Clap Hanz, encargados de la saga desde Everybody’s Golf 2 allá por el año 2000, nos traen Everybody’s Golf como reinicio de última generación con grandes propuestas y pequeñas mejoras con respecto entregas anteriores. En esta ocasión nos adentramos en un mapa de tamaño medio en donde podemos movernos libremente por los alrededores, además de encontrar otros personajes con los que hablar, recibir consejos e incluso recompensas.
Este mapa está conectado con las diferentes zonas y tiene algunos minijuegos como el de pescar o montar en un buggy para investigar la zona más rápido. Alicientes con los que entretenernos un rato entre retos, pero aunque son graciosos para nosotros forman parte del grupo de puntos negativos de este Everybody’s Golf, el cual carece de contenido realmente original para su modo offline y es algo que echamos en falta. A pesar de estar falto de una campaña que motive más en su desarrollo, Everybody’s Golf tiene un sistema basado en torneos que debemos ir superando para subir de nivel a nuestro personaje y posteriormente, derrotar al rival de la liga para seguir avanzando. Sistema el cual se hace realmente lento e incluso llega a ser tedioso por la monotonía de sus circuitos, debido a la repetición de los mismos y la manera de desbloquearlos, y las altas pantallas de carga.
No obstante, a pesar de estos aspectos Everybody’s Golf goza de una de las jugabilidades más completas del género. En primer lugar ofrece una personalización profunda donde podemos preparar el avatar a nuestro antojo con ropa, accesorios, colores… Además, de que a medida que avancemos estos objetos se pueden ir desbloqueando al derrotar a otros golfistas del juego. Por otro lado, el equipo es capaz de mezclar un estilo arcade con toques más o menos realistas en golpeos, aire o incluso físicas de la pelota en donde jugar al golf se hace más que divertido y sobre todo entendible para los más novatos. Dentro de los partidos mantenemos el sistema de tres golpeos, un mecanismo que nos pone muy fácil el saber cómo golpear la bola a través de tan solo pulsar un par de veces el botón X. Primero pulsamos para iniciar, volvemos a pulsar para cargar la potencia del disparo y después una tercera para que el mismo se ejecute con la fuerza y velocidad necesarias. Pero este último punteo debe ser preciso, ya que el medidor de la parte inferior donde se nos marca toda esta información, está dividido en tres zonas: una roja que nos avisará de que hemos sido demasiado lentos al disparar, otra un poco más clara como aviso de haber golpeado muy rápido y una blanca (más pequeña) que simboliza el punto justo de lanzamiento. Si pulsamos una vez pasada la segunda sección de la barra roja el golpe será un absoluto desastre y la pantalla se nos pondrá con efecto negativo como señal de nuestra mal decisión.
Pero durante las partidas es cuando nos damos cuenta que el sistema de jugabilidad de Everybody’s Golf es más profundo de lo que creemos. A parte de tener que subir de nivel a nuestro personaje para desbloquear más competiciones, también podemos aumentar las habilidades de nuestros palos. Sí, habéis leído bien, los palos también se mejoran. A medida que utilicemos cierto tipo de palo este irá subiendo sus características como la fuerza o el control según nuestra habilidad. En otras palabras, un palo con Fuerza+4 golpeará y llegará más lejos que el mismo sin mejorar. Recomendamos hacer un uso variado entre todos para mantener un equilibrio, ya que depende de la distancia deberemos usar uno u otro. Al igual que en la vida real, los campos de Everybody’s Golf tendrán una serie de «trampas» que debemos evitar para poder llegar al hoyo. Dentro del grupo de obstáculos podemos encontrar los bunkers de arena, árboles y zonas acuáticas en las que si caemos seremos penalizados; o caminos peatonales en donde la superficie del suelo nos perjudicará en el disparo.
Comunidad online
Para esta entrega el estudio Clap Hanz ha dado un giro en el planteamiento y lo convierte en un título donde la comunidad online es lo más importante, siendo el apartado donde más esfuerzo han dedicado. A estas alturas de la industria parece que un juego sin online ya no es bueno, o que la gran mayoría debe contar con ello. En caso de Everybody’s Golf este modo es una idea fantástica y ejecutada perfectamente, ya que exprime todas las posibilidades de competición cooperativa contra otros jugadores. Sin embargo, el estudio parece haberse centrado tanto en esta comunidad que ha hecho del título una especie de MMO lleno de avatares dando de lado otros aspectos como el de una campaña más sólida, o simplemente haber introducido más variedad en su totalidad porque ir de pesca es algo que, sinceramente, no encaja en este universo (tal como comentábamos más arriba).
Everybody’s Golf en términos globales cuenta con un máximo de cinco campos diferentes de 18 hoyos, pero eso sí, cada uno con su propio estilo, diseño y ambientación. En ellos podemos encontrarnos con hasta 50 jugadores tanto usuarios que estén conectados en ese mismo instante, como NPC los cuales también estarán en la sala colocados a lo largo y ancho del mapa. Aunque para acceder a los campos volvemos al lento proceso de subida de personaje y desbloqueo que se nos presenta en el juego.
Mezcla de estilos
El lanzamiento de Everybody’s Golf de este 2017 no es una entrega que destaque por su apartado gráfico ni sonoro. No es un título que quiera demostrar ser un portento en este aspecto, porque no lo necesita, sino que mantiene una línea tradicional y muy parecida a lo visto en su anterior entrega lanzada para PlayStation 3, pero claramente con sus mejoras. El título que ha llegado a PlayStation 4 luce mucho más pulido con texturas mejor ejecutadas en general aunque podemos ver diferentes técnicas utilizadas que chocan entre sí.
El estilo cartoon utilizado para los personajes es más que convincente y bueno para el enfoque que se le quiere dar al título, al igual que el nivel de detalle de texturas así como colores a los diferentes campos de golf disponibles. De la misma manera, los establecimientos que podemos encontrar encajan con el diseño de personajes. Todos estos aspectos, en términos globales e individuales, lucen realmente bien haciendo uso de un buen juego de luces y sombras aunque podemos encontrar algunos pequeños dientes de sierra puntuales. Sin embargo a la hora de unificarlos todos, aunque el resultado a la vista es agradable, vemos claras diferencias de estilo e incluso técnica artística que existe entre ellos.
Por otro lado, el grupo sonoro de Everybody’s Golf ofrece un producto redondo lleno de efectos: golpeo de bola, pisadas, choques… y una melodía suave a la par que tranquila acompañando toda la jugabilidad. En ningún momento esta molestará ni será repetitiva, todo lo contrario, hará que nuestra estancia en las pistas se haga amena y emocionante. Aquí no hay doblaje ni los personajes cuentan con voz, aunque en algunas ocasiones podemos escucharles vocalizar alguna que otra palabra para enfatizar con el texto presente.
Conclusión Everybody’s Golf
Clap Hanz ha vuelto a hacer un gran trabajo con Everybody’s Golf. La nueva entrega de la mítica serie mantiene su vertiente dinámica y adictiva que tanto gusta, sin apenas cambio alguno en su jugabilidad porque no lo necesita. Pero su falta de más contenido alternativo con el que disfrutar del juego o su lenta y repetitiva mecánica de avance se convierten en los puntos negativos más llamativos. Everybody’s Golf cumple perfectamente con su objetivo, aquí tanto jugadores expertos como novatos en el tema podrán disfrutar del título sin problema alguno. Aunque los primeros pasos, para alguien totalmente nuevo en el mundo del golf, se tornan bastante confusos.
La principal novedad de esta entrega es el modo multijugador, una de las mayores bazas gracias a su extensa comunidad online pero también una hoja de doble filo, ya que se nota que la excesiva dedicación del estudio en la vertiente le ha pasado factura recortando contenido de un offline que podría haber dado mucho más de sí.
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