Max The curse of Brotherhood. Análisis Nintendo Switch

Max: The Curse of Brotherhood Game It

Tras su paso por Xbox 360, Xbox One, PlayStation y PC la obra de Press Play ha recalado en Nintendo Switch. De esta manera, por primera vez, tenemos la posibilidad de disfrutar de Max The curse of Brotherhood de manera portátil en la consola híbrida de Nintendo. Os contamos qué nos ha parecido esta nueva experiencia.

Como hermanos

Es cierto que en estas fechas navideñas por las que pasamos se respira amor en casi todas las casas. De la misma manera es innegable, sobre todo para los que tenéis hermanos pequeños, que alguna vez hemos querido verlos desaparecer, aunque solo sea momentáneamente. Esta premisa, con la que tan fácil nos podemos sentir identificados, es la que utiliza Max The curse of Brotherhood para meternos en la historia.

En apenas dos minutos conocemos a Max y entendemos los motivos que le llevan a buscar un conjuro en internet para hacer desaparecer a su hermano. El joven rápidamente se da cuenta de lo que ha hecho y corre a salvar a su hermano de los peligros que él mismo ha provocado. Este es solo el primer ejemplo de las muchas sensaciones que nos provocará este título. Durante el tiempo que nos dure la aventura el sentimiento de fraternidad se apoderará de nosotros. Esto logra que la obra de Press Play sea finalmente mucho mejor que la mera suma de sus componentes tanto narrativos como técnicos.

Tomamos el control de Max en otra dimensión a la que ha sido llevado Felix a causa del conjuro proferido por nuestro protagonista. Desde el primer momento nos damos cuenta que Max The curse of Brotherhood nos trae plataformas del estilo más clásico. Saltar, correr y agarrarnos a algunos elementos que nos permitirán balancearnos serán nuestras habilidades iniciales. Poco después de comenzar la aventura conoceremos a una anciana que nos dirá quien tiene a nuestro hermano y le dará más sentido a esta aventura.

Tras superar los primeros obstáculos adquiriremos una nueva habilidad que nos permite manipular algunos aspectos del escenario. Como todo lo que sucede antes, esta nueva habilidad destaca por su sencillo uso. Una vez superado esto ya tenemos todas las herramientas para salir al rescate de nuestro hermano.

En definitiva, Max The curse of Brotherhood es una aventura para todos los públicos tanto por su tierna narrativa como por sus sencillos controles que no supondrán problemas para los jugadores más inexpertos.

A golpe de rotulador

Además de los movimientos clásicos de cualquier juego del género rápidamente se añade a nuestras habilidades el rotulador mágico. Con este rotulador podemos elevar algunas zonas del escenario para que nos sirvan como escalón hacia nuestro objetivo. Este rotulador tendrá nuevas habilidades conforme avancemos en la historia. El uso tanto de esta nueva habilidad como el control en general de Max es bastante preciso, quizá por poner alguna pega encontramos una pequeña descoordinación al saltar, lo que puede hacernos perder alguna vida cuando vamos corriendo hacia algún precipicio y saltamos medio segundo tarde.

Como incentivo extra Max The curse of Brotherhood nos ofrece el reto de arrancar unos ojos malignos y unos fragmentos de amuleto que están por todo el juego a modo de coleccionables consiguiendo así quizá una segunda partida para los jugadores más completistas.

En cuanto al aspecto técnico hay que reconocer que el juego fluye de una manera bastante correcta tanto en el modo TV como si lo jugamos de manera portátil. Pero como pasa desde el lanzamiento de la consola, asombra la facilidad con la que la híbrida de Nintendo nos permite llevarnos a cualquier parte ciertos juegos.

A pesar de que en lo técnico el juego cumple no vamos a pasar por alto que algunos escenarios no terminan de estar correctamente detallados y que las texturas, sobre todo en las partes más secundarias de algunos ambientes están algo descuidadas.

El sonido está muy logrado con unos efectos durante el juego totalmente acordes a las acciones de Max y una banda sonora que refuerza el sentimiento de hermandad que ha impulsado al protagonista a embarcarse en esta aventura sin dudar. Además cuenta con todos los textos en castellano.

Conclusiones Max The curse of Brotherhood

Como ya decíamos al comienzo, este no es un juego perfecto, tienes sus pequeñas deficiencias técnicas, e incluso alguna en el control como es el tema de los saltos. A pesar de esto, la carga emocional que vierte sobre nosotros Max The curse of Brotherhood es tanta y tan buena que nos hace olvidarnos de todos sus defectos.

Más que un juego definiríamos este título como una experiencia breve pero intensa capaz de encandilar a cualquier tipo de jugador.

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