Melissa K. y el Corazón de Oro. Análisis PC

En esta ocasión os traemos un análisis de la aventura gráfica titulada Melissa K. y el corazón de oro, título de puzzles y aventuras, disponible para iOS, Android, Mac y PC.

La historia se desarrolla en la Tailandia de 1947, llena de personajes, mitos y leyendas del folclore Budista. Cuando la reina de Inglaterra en persona invita a Melissa, ésta no tiene ni idea de que su vida va a dar un giro dramático y de que una sencilla misión la llevará a cuestionarse las bases de su propia existencia.

De aventuras por Tailandia

En esta historia nos vemos representados como Melissa, una historiadora a la que la propia reina envía a dar clase a un pequeño niño budista en Tailandia. La desaparición del niño la noche que llegamos, desencadenará unos sucesos y acontecimientos que deberemos ir solucionando a medida que avanzamos en el juego. La historia, aunque no muy original en un principio, tiene algún que otro giro, pero no es algo que sorprenda demasiado al jugador, ya que en este tipo de juegos, es bastante habitual encontrar cambios en los personajes secundarios.

El personaje de Melissa sólo aparece en los clips de vídeo que iremos viendo en el transcurso del juego, ya que jugamos en primera persona, pero podemos afirmar que tiene unas manos preciosas, ya que es lo único que se ve de ella cuando entabla diálogos con los personajes secundarios. Los diálogos son cortos, en algunas ocasiones intencionadamente confusos y algo lentos para lo rápido que se leen los subtítulos. En general, nos recuerda a una versión femenina de Indiana Jones, e incluso se incluye el detalle de recoger el sombrero tras una puerta que se va cerrando en el último instante.

Música para relajarnos

La banda sonora, por otro lado, es en su mayoría una música instrumental tranquila. Cabe esperar algo así cuando la mayoría del juego consiste en concentrarse para resolver acertijos o buscar algo en concreto en un lugar repleto de cosas. Los clips de vídeo presentan una música más acorde a la historia central, y eso nos hará que nos metamos un poco más en la aventura, hasta que tengamos que buscar algo en el siguiente escenario, claro.

Interfaz intuitiva

Con una jugabilidad bastante intuitiva aunque limitada, es una aventura gráfica que no nos permite salirnos de una línea establecida, y no nos permite hacer preguntas ni elegir respuestas en los diálogos. El juego presenta una interfaz sencilla, con una barra de objetos que deberemos ir utilizando en los diferentes escenarios. También nos irán proporcionando herramientas, como una linterna, un telescopio y hasta una pequeña lagartija (a la que podremos ponerle nombre). También se nos facilita un mapa para situarnos y movernos por los escenarios más fácilmente y un bloc donde irán apareciendo nuestros avances e imágenes importantes. Las diferentes pruebas son bastante diferentes entre sí y deberemos darle un poco al coco antes de dar con la solución de algunas de ellas. Además, también podremos encontrar alguna que otra actividad que ponga a prueba nuestra habilidad.

Una estética a la altura

Las pantallas presentan una bonita estética, teniendo en cuenta que está todo relacionado con la cultura asiática y, en algún que otro momento, el juego nos dará algún que otro susto. Nos pondrán ante diferentes objetivos, ya sea encontrar cosas, completar rompecabezas o investigar objetos que contienen algún secreto. La dificultad de las fases se puede modificar, de manera que los objetos importantes se pueden poner más o menos brillantes, los puzzles más sencillos o más complicados y las pistas más o menos frecuentes. En el nivel experto puede llegar a ser engorroso encontrar cierto objeto sin el cual no podremos continuar la aventura, pero eso puede hacer que el juego en sí sea más interesante. ¿Qué sentido tiene que encontremos todo a la primera?

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