My Tower My Home es, literalmente, un juego de defensa de torre desarrollado por Shoor Studios, cuatro jóvenes residentes en Argentina que ya llevan un bagaje en el sector con juegos de corte similar y que ya está disponible a través de Steam por 6.99€, aunque ahora cuenta con un 10% de descuento. Si hay algo que defina My Tower My Home es la sencillez que desde el principio ofrece la experiencia de juego tanto en la subida de niveles como en la gestión del arsenal. El título se muestra con diseño de texturas planas donde una inmensa torre se alza para ser culminada por un Núcleo de energía y del que nosotros estaremos encargados de proteger contra oleadas de enemigos. Para ello dispondremos de un amplio arsenal, que no será de fácil acceso, y del uso de un personaje letal en forma de sombra que nos recuerda bastante a algún personaje de la saga Metal Slug. Otra de las cosas que define bien a My Tower My Home es la rapidez de acceso a todos los menús: con hacer dos clics con el botón izquierdo del ratón ya estaremos empezando la partida. Nada más comenzar tendremos la posibilidad de elegir entre los tres niveles de dificultad como son fácil, medio y difícil, una vez seleccionado el nivel empieza la fiesta.
My Tower My Home
La premisa es muy clara y tened por seguro que no engañará a nadie, el juego nos pone en la piel de una sombra a los pies de una enorme torre con un ascensor que no para de bajar y subir, culminado por un Núcleo de energía que tendremos que proteger pase lo que pase. Antes de empezar a escalar la torre para pertrecharnos tendremos la posibilidad de mejorar y equipar tanto a la torre como al personaje de armamento y habilidades que en breve os contaremos. El sistema de juego es sencillo y la mecánica de recompensas también, la clave está en evitar daños tanto para el Núcleo como para nosotros y conforme derrotemos enemigos acumularemos experiencia y monedas, ambas muy necesarias ya que nunca se sabe qué nos deparará la próxima oleada. Los comienzos nos introducen entre ligeras ráfagas de disparos y misiles guiados que ponen a prueba nuestra arma que no tarda en derribar drones y aniquilar sombras horrendas que escalan decididas a destronarnos de nuestro hogar. Cuanto más matamos y en mejor sucesión de combos se acumularán mayor cantidad de puntos que darán acceso a la caída de una caja que tiene una duración limitada. Esas cajas son una recompensa, aunque en ocasiones una maldición, que nos dará la posibilidad de usar otro tipo de armas como son la escopeta, la pistola y el lanzamisiles. Tras terminar la ronda, por cumplir el objetivo de enemigos derribados entramos en la pantalla de puntuación que da continuación a la tienda donde de nuevo tendremos la oportunidad de subir de nivel y comprar armamento.
Armamento y habilidades
Nada más comenzar la partida es de vital importancia tener claro la estrategia a seguir para lograr evitar la mayor cantidad de daño a la torre, pero por otro lado no se puede descuidar la obtención de dinero o la mejora de habilidades.
Para empezar dispondremos de un punto de habilidad que nos permitirá adquirir una mejora para el desarrollo del combate distribuible entre tres ramas que son economía, héroe y torre. Economía obviamente mejorará los ingresos por cada ronda superada pero en niveles altos nos proporcionará cantidades obscenas que nos da acceso a un mayor arsenal con el que afrontar las oleadas. Héroe potencia y mejora la obtención de puntos de experiencia que nunca es despreciable, la mejora de la recuperación de salud y un disparo especial que proporciona una ligera posibilidad de electrocutar al enemigo. La torre nos ofrece mejor cadencia y daño en armamento que tengamos situado en la misma y la posibilidad de mejorar la regeneración de la vida del Núcleo. Estas mejoras admiten tres rangos cada una, todo a lo largo de cincuenta niveles que desbloquearán más de 35 habilidades. Lo más curioso de todo es que la premisa que marca el juego, la sencillez, se encuentra en todos y cada uno de los aspectos de mismo.
Fuera de lo que es la experiencia y la subida de niveles encontramos las monedas, justa recompensa por un trabajo bien realizado. Estas monedas son igual o más importantes que la experiencia ya que gracias a ellas podremos recuperar vida, esta será la menara más rápida, aumentar nuestra velocidad, mejorar el impacto, incrementar el salto y adquirir puntos que nos permitan desbloquear o mejorar habilidades. Esto estaría genial si no fuera porque la torre no se defiende sola y porque el dinero aunque caiga del cielo no lo hace en demasía. Es vital tener en cuenta con que arsenal o efectivos disponemos para repeler las sucesivas oleadas que van a ir viniendo y en principio optamos por coger minas y munición en un afán rácano de mejorar las prestaciones del personaje, pero esta estrategia solo me funciono hasta la oleada cuatro donde caí fulminado con la consiguiente apertura de ojos.
Murallas, granadas, munición especial y minas serán los objetos de primera necesidad y los más baratos de adquirir, pero si algo nos ha quedado claro al jugar My Tower, My Home por quinta vez es que la contundencia es importante y por ello nada mas comenzar nos hacemos con dos carísimos artefactos que nos impiden mejorar al personaje pero que reparten pólvora a diestro y siniestro, un torreta lanzamisiles y otra ametralladora hacen de guardianes mientras nosotros nos encargamos de los pesados que intentan llegar por la escala. Drones y trampas de hielo o fuego son otras delicias que esconde My Tower, My Home y que otorgan aún más estrategias para la consecución del objetivo final que es defender nuestro único y verdadero hogar. Hay que remarcar que tiene la opción de jugar en modo cooperativo local mediante el uso de un mando paralelo que permite controlar a un dron para ayudar durante el asedio.
Conclusiones
Es entretenido y en cierto grado adictivo, consigue sacar esa vena competitiva que llevamos dentro y que nos pide jugar una vez más porque sabemos que podemos llegar más lejos. La sencillez que posee solo lo hace más entretenido ya que nos quitamos de en medio tutoriales y menús para entrar de lleno en lo que importa, desquitarnos jugando un rato y pasarlo bien.