Planet Zoo. Análisis PC

El año pasado pudimos disfrutar de ponernos al frente de un parque poco convencional de la mano de Jurassic World Evolution y este año Frontier Developments nos ha traído un juego un poco más tradicional, Planet Zoo, pero no por ello menos interesante. Pese a ser un título que a priori no parece tan emocionante, los amantes del género (y de los animales), sin duda sabrán apreciar el nivel de detallismo en cuanto a trabajo de gestión se refiere.

Nuestra carrera será la historia

A pesar de lo que suele ser habitual en el mundo de los videojuegos, Planet Zoo no va a darnos una historia en la que seamos el protagonista, sino que deja que sea el propio Zoo que creemos el que adquiera el papel. Así, no vamos a tener un modo historia que nos introduzca en el juego, sino que todo el peso de esto se reparte entre cuatro modos distintos para permitirnos disfrutar de Planet Zoo como queramos.

Los cuatro modos son: desafío, franquicia, creación y carrera. El modo carrera en realidad es un tutorial muy completo, en el que hacemos el papel de empleado para los múltiples zoos pertenecientes a la familia Goodwin. Nancy Jones, la cuidadora de animales se encargará de ponernos tareas en cada uno de los 12 escenarios de los que consta este modo de juego. Nuestro consejo es que pases por todos los escenarios antes de lanzarte a la aventura de crear tu propio zoo. Quizás en principio pueda parecer exagerado, pero estamos ante un juego con mecánicas no del todo sencillas.

El modo desafío nos permite escoger entre distintos biomas alrededor del mundo o escenarios pertenecientes al tutorial y dentro de ellos nos presenta objetivos a cumplir. Estos objetivos son descartables si no nos vemos capaces o si no nos interesa particularmente y se nos presentará uno nuevo.

En el modo franquicia podremos crear nuestro zoo y compartirlo en línea, e incluso nos permitirá intercambiar nuestros animales con otros zoos de franquicia. También existen retos comunitarios para los zoos franquicia, con límite de tiempo.

El modo creación es, ni más ni menos, el modo sandbox, dándonos toda la libertad que ofrece Planet Zoo. Aquí puedes dar rienda a tu imaginación y crear el zoo de tus sueños, sin límite de presupuesto ni de tiempo, algo parecido a lo que ya vimos en Jurassic World Evolution y que elimina gran parte de la dificultad pero que nos permite para crear lo que queramos.

planet zoo game it

Un título no apto para novatos

Planet Zoo no es fácil de abarcar en sus primeros momentos. Tiene un montón de microtareas que le dan profundidad, pero que puede resultar abrumador si decides empezar a a ciegas. A pesar de que, como en cualquier tipo de simulador de este estilo, el dinero es importante, aquí lo que prima es la felicidad de tus animales.

A este respecto puedes consultar el estado de cada animal de tu parque individualmente y en su ficha encontrarás cuatro estadísticas principales: nutrición, socialización, hábitat y estimulación. Cada uno de estos apartados se divide en varias partes. Por ejemplo, es posible que un animal tenga la estadística de hábitat en naranja y dentro de este apartado esté contento con la limpieza, con la temperatura, con el refugio… pero no con el tipo de plantas. Para profundizar en eso, tendremos que ir a la pestaña entorno, donde nos aclara cuál es el tipo de bioma originario del animal y nos aparece una lista completa de las plantas que se encuentran ahora mismo en su hábitat. En esa lista podremos encontrar claramente señaladas las plantas que son inadecuadas o que pertenecen a un continente incompatible. En los menús de compra podremos seleccionar filtros para encontrar los objetos adecuados para cada tipo de especie o bioma.

Al igual que sucede con el hábitat, hay muchas cosas a tener en cuenta en otros apartados para asegurarnos de que nuestros animales se encuentran en perfectas condiciones. El sistema que creamos es frágil y puede colapsar por motivos diferentes. Crear grupos de animales demasiado grandes o demasiado pequeños, juguetes inadecuados, masas de agua insuficientes, una valla con una altura o dureza incorrecta, etc.
Por suerte el juego también nos proporciona una zoopedia muy completa donde podremos despejar casi todas nuestras dudas. Estos datos educativos también deberemos compartirlos con nuestros visitantes a través de pantallas informativas y altavoces, ya que nos proporcionarán ingresos extras a través de las urnas de donativos.

Los animales podremos comprarlos en el mercado de animales, bien comprándolos con dinero o con créditos de conservación. Los créditos de conservación se consiguen soltando animales en la naturaleza, aunque tienen que cumplir una serie de requisitos: ser adultos, fértiles y sanos. Cuanto mejores sean sus condiciones más puntos conseguiremos.

No solo tenemos múltiples menús para ocuparnos de nuestros animales, si no que cada tarea del zoo puede ser también controlada. En la lista de empleados podremos ver la calificación de un empleado, su sueldo, su nivel de satisfacción, su carga de trabajo, si aporta algún beneficio a la sala de empleados e incluso podremos establecer una zona delimitada para desempeñar su labor. Esto también puede aplicarse a las instalaciones de venta donde seremos capaces hasta de fijar los precios de cada artículo disponible por separado.

Planet Zoo es un juego que no puede disfrutarse con prisas, es necesario pararse a pensar para saber bien lo que vas a hacer y, desde nuestro punto de vista, puede que te pases más tiempo en pausa que en juego.

El juego más realista hasta la fecha

En cuanto al apartado técnico hay que destacar que si bien los animales de cerca no son totalmente perfectos, está muy lejos de otros títulos del mismo estilo y el nivel de realismo en cuanto a los movimientos está muy conseguido, podríamos creer que son animales vivos. No se trata de animaciones repetitivas y cada animal va completamente por libre, dándonos un enorme número de posibilidades y haciendo que no nos aburramos viendo a las criaturas que tenemos bajo nuestra responsabilidad. En cuanto a los bugs, algo común hoy en día en todos los videojuegos, tampoco hemos detectado nada destacable y que lastre la experiencia de juego, aunque debemos reconocer que a veces poner las vallas es un poco más complicado de lo que debiera.

En cuanto al apartado sonoro lo cierto es que la banda sonora no se ha exprimido demasiado y es que Frontier Developments ha querido que sean los propios animales los que brillen en este sentido, por lo que solo escucharemos melodías en los menús y si nos acercamos mucho a zonas como las tiendas o edificios donde los humanos son los protagonistas. Estas, hay que reconocer, son bastante alegres, escuchando música rítmica de guitarras y con algunas piezas sacadas de África, todo muy agradable. Esto hace que la recreación de los sonidos que emiten los animales estén recreados a la perfección, aportando un grado de realismo muy necesario para poder disfrutar de Planet Zoo.

En cuanto a los idiomas, el juego llega completamente traducido y doblado al castellano, cosa que muchos agradecerán sin duda.

Conclusiones de Planet Zoo

Como simulador zoológico no tiene ninguna pega, cumple lo que se espera de él. Sin embargo si eres de los que buscan un juego para pasar el rato no te lo recomendamos, puesto que su desarrollo puede ser bastante lento y esto hace que tengamos que invertir un gran número de horas para comenzar a sacarle provecho debido al gran número de cosas que vamos a tener que aprender para poder jugar en condiciones.

Planet Zoo es un título para aquellos a los que les guste el género sin restricciones, pero es posible que su profundidad asuste a los que no son asiduos y desean iniciarse.

Salir de la versión móvil