Quest for Infamy. Análisis PC

Todo comenzó cuando un grupo de personas, fans de los juegos de Sierra Entertainment, se juntaron con la idea de hacer un videojuego inspirado en la obra de dicha compañía. Así pues, bajo el nombre de Infamous Quest se decidieron a lanzar un kickstarter para recaudar fondos y poder sacar adelante el proyecto; la jugada les salió bien y junto a su editora, Phoenix Online, lograron el dinero suficiente para terminar Quest for Infamy y lanzarlo al mercado en Steam y Gog.com.

En este point and click, a caballo entre aventura gráfica y juego de rol por turnos, nos pondremos en la piel del mujeriego William Roehm. Al inicio de la aventura vemos como huye del padre de una joven por haber mancillado a su hija, y termina llegando al pueblo de Volksville, donde realmente comienza su historia.

Lo primero que nos pasará por la cabeza nada más llegar al pueblo inicial es: ¿qué tengo que hacer? Ya que en este juego no habrá una pequeña guía o explicación que nos diga a dónde nos tenemos que dirigir, cómo tenemos que jugar o simplemente cuáles son los controles. Tendremos que ir descubriéndolo poco a poco y con paciencia, mientras nos perdemos por los mil y un accesos y callejuelas que hallaremos en Volksville. El inicio de nuestra aventura puede ser bastante desconcertante y abrumador, debido a lo comentado anteriormente, como solía pasar en los juegos de la época en la que se inspira este título.

Después de un rato dando vueltas como locos por el pueblo, nos daremos cuenta que la mejor forma de afrontar Quest for Infamy es con mucha calma y hablando con todos y cada uno de los ciudadanos que nos encontremos, intentando sacarles todo la información que podamos y reteniendo la mayor parte de ella en nuestras mentes por si lo necesitamos en un futuro. Durante el prólogo del juego tendremos que elegir la clase a la que pertenecerá nuestro protagonista entre pícaro, hechicero o bandido; teniendo cada una de ellas sus pros y sus contras, así como su propia historia, ya que para poder convertirnos por ejemplo en un hechicero tendremos que realizar ciertas misiones para que Prospero (el mago del pueblo) nos enseñe sus conocimientos.

La toma de decisiones y la forma de afrontar las distintas situaciones que nos salgan al paso será algo muy importante en este juego, ya que nos hará “más malo o más bueno” gracias al medidor de infamia que posee el título. Otro elemento a tener en cuenta es que podremos morir, al contrario de lo que suele ocurrir en muchas aventuras gráficas; a parte de morir en combates que nos salgan mal, también podremos morir por no comer o por ejemplo por haber tomado una mala decisión, por lo que es muy importante ir guardado cada poco tiempo si no queremos tirarnos de los pelos y perder un montón de horas de partida.

Como comentábamos al principio de este análisis, en Quest for Infamy habrá combates como si de un juego de rol por turnos se tratase. En un principio dispondremos de cuatro ataques diferentes con los que combatir, además de la posibilidad de usar pociones, no obstante nuestras posibilidades se ampliaran según vayamos combatiendo, mejorando dichos ataques y consiguiendo otros nuevos, como ataques elementales en el caso de la clase hechicero. Tenemos que decir que aunque los combates por turnos puedan parecer atractivos, en realidad dependen muchísimo de la suerte que tengamos para asestar los golpes y la suerte que tenga el enemigo para acertar los suyos, lo que resta mucho interés además de que se pierde componente estratégico que pudiera haber. Lo que sí podemos afirmar es que no todos los enemigos reaccionan igual al mismo tipo de ataque, sino que cada uno tendrá sus debilidades y fortalezas, por lo que tendremos que estar atentos a ello.

Como toda buena aventura gráfica no faltarán los puzles, e incluso minijuegos variados, que tendremos que resolver a lo largo de nuestro periplo por los tres actos que componen la historia de este título. Además, el humor y sarcasmo del que hace alarde nuestro protagonista nos sacará una sonrisa en más de una ocasión.

Quest for Infamy nos recuerda muchísimo en todos sus aspectos a otros títulos como Quest for Glory; además en alguna que otra ocasión se hace alusión en el propio juego a viejos títulos como King´s Quest, de los que también tiene muchos elementos en común. El apartado gráfico no iba a ser menos, por lo que la aventura está totalmente creada “en el arte del pixel”, con mención especial a la representación de los personajes cuando entablamos una conversación con ellos, que aparecen mucho más detallados y definidos.

El juego incluye una banda sonora que nos acompañará a lo largo de nuestras aventuras en la piel de Roehm, la cual cumple sobradamente con su función pero no destaca especialmente. Los personajes tendrán cada uno su doblaje en perfecto inglés, destacando la de nuestro protagonista por encima de las demás. Por desgracia, el juego está totalmente en este idioma, textos incluidos, lo que puede hacer que muchos jugadores en nuestro país no puedan disfrutar plenamente de este título, ya que requiere un nivel medio-alto para poder seguir la cantidad de texto que habrá que leer.

Quest for Infamy ha conseguido lo que pretendía: traernos una aventura de point and click como las de antaño, con todas sus virtudes y defectos, lo que hará que lo ames o lo odies. Los nostálgicos de juegos de la época están de enhorabuena con este título, sin embargo no todo el mundo sabrá apreciarlo.

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