Rogue Legacy. Análisis Xbox One

Sin duda los juegos difíciles son los que más atraen a los jugadores, ¿pero tiene este título indie lo necesario para llegar al punto de tener frustración?

En esta ocasión nos centramos en la desarrolladora Cella Door Games, un estudio de Canadá situado en Toronto, donde cuyo objetivo era hacer que nos divirtiésemos a la vez que nos enfadásemos y tirásemos el mando por la ventana. Por ello no es de extrañar que apaguemos la consola y dejemos el juego para otro momento.

El título presenta una combinación de acción y aventuras cuya trama será la liberación de una maldición que atormenta a nuestros futuros descendientes, fruto de una traición de un caballero a su rey. Para ello deberemos derrotar a los enemigos impuestos por el caballero para poder llegar a dénde se encuentra él mismo y derrotarlo.

La maldición perdurará

El rey del castillo fue traicionado y asesinado por un antiguo caballero. A partir de ahí es cuando nosotros entramos en acción, controlaremos a los descendientes del monarca, cada uno con los defectos genéticos fruto de la maldición. Para que ésta desaparezca tendremos que luchar con hasta cuatro grandes jefes que se encontrarán en las distintas zonas del castillo, cada una más difícil que la anterior.

Para poder llegar a los jefes finales de cada zona tendremos que activar nuestro don de explorador y buscar en las distintas habitaciones, donde nos encontraremos con una variedad de enemigos, más de sesenta. A lo largo de nuestra aventura podremos explorar el gigantesco castillo, que se divide en diferentes zonas, para encontrar las salas donde se encuentran los jefes finales.

Para sobrevivir a las grandes batalles tendremos que llegar con muy buena salud si no queremos perecer con lo que allí encontremos. En las habitaciones del castillo podremos encontrar oro, desafíos de habilidad y algún que otro secreto más. Pero no todo será bonito ya que los distintos enemigos harán que llegar a esos premios sea un camino con mucha dificultad.

¿Quién dijo 3D?

Algunos dicen que los gráficos en los juegos no lo son todo, y esté título lo refleja muy bien con sus colores vivos y diseño en 2D. Por desgracia, al jugarlo muchas veces y pasar por la misma zona se nos hará repetitivo ver una y otra vez el mismo fondo. Lo único que cambiará levemente serán los colores, pero por otra parte tendremos de vez en cuando algún castillo un tanto retro. Además tendremos una melodía bastante repetitiva que cambiará al ir de una zona a otra o encontrando los reproductores de música en las habitaciones del castillo.

Al parecer, los diseñadores decidieron centrarse más a la hora en los personajes, ya que tendremos una gran variedad de modelados dependiendo de sus rasgos genéticos. Por ejemplo, si son shinobis, una especie de ninjas, veremos que llevará una placa en la cabeza; si son mineros llevarán un casco con su linterna, pero cada uno con sus habilidades especiales.

Además de esas diferencias, nuestro personaje contara con una serie de defectos y deformidades. La combinación de personajes se puede hacer infinita. Lo único modificable de nuestro personaje es el equipo que llevará dentro del castillo y las runas. A raíz de estos detalles la experiencia de juego cambiará a mejor o a peor, dependiendo de lo poderoso que seamos con sus distintivos rasgos.

El futuro es la herencia

Como os contábamos más arriba, conseguiremos oro, runas o planos para armaduras. El oro será de mucha utilidad a la hora de mejorar a nuestro personaje ya que con él podemos conseguir más fuerza, vida o maná, desbloquear nuevos personajes, etc. Con cada heredero tendremos que conseguir el máximo oro posible para que la próxima vez se nos haga un poco más fácil, mejorando a nuestro descendiente. Eso sí, al principio de cada partida deberemos pagar un porcentaje para poder acceder de nuevo al castillo. Por ello debemos pensar muy bien qué mejorar para darle el menor oro posible al protector del castillo.

Por otra parte tendremos las runas y los planos de armaduras que podremos conseguir matando a mini-jefes o completando una serie de desafíos. Esto hará que nuestro poder incremente dándole más cualidades a nuestro personaje como por ejemplo: más vida, robo de maná, recuperar cierta cantidad de salud al matar a los enemigos, más velocidad, doble salto, más fuerza… etc. Tendremos que tener cuidado a la hora de comprar runas ya que éstas se hacen más costosas cada vez que compramos una.

La muerte es nuestra salvación

Morir en ese castillo no será nada raro, y es que como bien indicábamos antes, su dificulta es extremadamente difícil. Tendremos que tener mucha paciencia ya que deberemos aprender de nuestros errores y mejorar a nuestro personaje si quieremos llegar a alguna zona del mapeado.

Las primeras partidas se nos pueden hacer agobiantes, ya que los enemigos serán mucho más poderosos que nosotros y nos encontraremos con infinidades de trampas distribuidas por todo el mapa. El juego nos mantendrá enganchados queriendo ser cada vez más poderoso en el futuro descendiente.

El castillo se encargará de un papel muy importante, ya que será diferente cada vez que entremos, a no ser que contratemos al arquitecto que nos bloqueará el castillo del anterior personaje por el 40% de oro conseguido. Además de que tendremos cuatro zonas que explorar una más difícil que la otra (Castillo, Torre, Bosque y Mazmorras) y todas con sus diferentes jefes.

Los controles son muy básicos ya que tendremos el stick para movernos y cuatro botones que se componen de la siguiente manera: la «A» es para saltar, la «B» para lanzar nuestros materiales, la «X» para atacar y la «Y» para lanzar un súper poder que variará dependiendo del personaje.

Por si no tuviésemos la dificultad deseada podremos darle más aún: poniendo boca abajo a nuestro personaje, ver los alrededores borrosos o inclusive incrementar mejorar a los enemigos mediante runas.

Conclusión de Rogue Legacy

Rogue Legacy es un juego que engancha por su tremenda dificultad y hacernos querer en cada partida cada vez más. Su gran variedad de enemigos y de descendientes hacen de este un título muy completo, aunque con escaso apartado visual y sonoro. Estamos sin duda alguna ante uno de los mejores Indies de esta generación por su complejidad a la hora de jugar y su personalización en cada partida, por lo que se hace una propuesta muy interesante a la hora de probar cosas nuevas y querer retarnos a nosotros mismos.

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