De la mano de Team17 e Italic Pig nos llega la aventura de un curioso protagonista, un gato, a quien, en un título de muchos saltos y puzles a resolver, deberemos ayudar a salvar al universo del colapso.

Pánico en el zoo

El zoo de partículas era un lugar de relax y diversión en el que contemplar con seguridad todas la partículas elementales del universo. ¡Diversión para toda la familia!… Hasta hoy. Un terrible accidente ha sucedido y ha provocado que todas aquellas partículas confinadas escapen desatando el caos total. La zona está en cuarentena, y se ha llamado a un héroe de acción: el gato de Schrödinger.

Con estos antecedentes comienza la historia que nos atañe, con nuestro felino protagonista a las puertas del zoo con una misión. Localizar a todas las criaturas salvajes: gluones, leptones y bosones, devolverlas a su confinamiento para que regrese el orden al zoo y evitar que criaturas aún más extrañas y peligrosas escapen y provoquen que algo terrible ocurra.

¿Siete? Vidas tiene el gato

Jugablemente hablando, este título es un aventuras/plataformas 2D, hasta aquí todo normal, pero con una salvable novedad. Seamos conscientes de nuestro protagonista. Tengamos el apellido de renombre que tengamos seguimos siendo un pequeño mamífero de cuatro patas que debe enfrentarse a grandes saltos, gruesas barreras y arrastrar a multitud de criaturas a su cautiverio… ¿no nos vendría mal una mano no? Pues aquí entran, como actores de reparto, los quarks.

¿Quiénes son estas cosas? Pues son unas pequeñas criaturas que encontraremos repartidas por los niveles y que deberemos coleccionar para superar todos estos obstáculos. Contamos con cuatro tipos principales que usaremos: de ascenso, destrucción, soporte y protección, y combinándolos a nuestro gusto en grupos de tres, conseguiremos por ejemplo lanzar un proyectil, ascender por los cielos, crear un escudo, construir una red, arrojar una granada… Como vemos las posibilidades son varias para poder al fin y al cabo, atravesar las barreras de cada nivel, capturar a los indeseables y finalmente, detener la catástrofe.

Como apunte decir que el juego se maneja decentemente con el teclado, pero usar un mando facilita las cosas, eso sí, nos gustaría que el control en los saltos fuera un pelín más preciso.

Hablemos de física

Quizá sea casualidad, pero el tipo de gráficos de esta aventura se ve similar al de la serie Worms. Fondos coloridos, escenarios parcialmente destructibles y personajes bien visibles destacando sobre el fondo. No serán los más avanzados, pero son resultones. Quizá las animaciones son demasiado parcas, y curiosamente cuando se ve a los personajes más expresivos, es en ciertas escenas de conversaciones.

Y a eso vamos, al sonido, los temas musicales acompañan a la acción pero no destacan por nada, al igual que los efectos de sonido, en cambio la multitud de líneas de diálogo están muy bien interpretadas y elegidas, en inglés, y también bien traducidas en textos al castellano. No obstante, no podemos evitar pensar que para un juego de plataformas, cuya acción suele ser directa y continua, encontramos que en varias ocasiones ésta se ve interrumpida por largas e interminables discusiones orales entre personajes, haciéndonos perder el ritmo totalmente.

En conclusión, el famoso gato de Schrödinger es protagonista de un título que si bien resulta fresco en inicio para el panorama plataformero por la variada propuesta de la acción con los quarks, va perdiendo fuelle con el paso de las horas debido a las veces que el juego nos obligará repetir ciertas áreas por un simple error y a la reiteración de ciertas fórmulas.

 Lo mejor

• El uso de los quarks es una apuesta fresca
• Buen nivel audiovisual, especialmente las voces

Lo peor

• Abuso de la fórmula ensayo – error
• Ritmo de juego bajo