Stronghold Crusader 2. Análisis PC

Hace algo más de una década, la estrategia en tiempo real arrasaba en nuestros ordenadores. Juegos como Age of Empires o Warcraft tenían millones de jugadores en todo el mundo y era realmente difícil no ver los cibers plagados de gente jugándolos. Sin embargo en los últimos años el mercado ha ido por otros derroteros, y hoy en día estamos plagados de shooters y MOBAs. Aun así, siempre hay un hueco para revivir otros géneros, y de eso se encarga Stronghold Crushader 2, la secuela del gran título de Firefly Studios, esta vez más orientado al combate y más accesible a todos los jugadores.

Luchando por Tierra Santa

Nos encontramos a finales del siglo XII, Ricardo Corazón de León y Saladino están inmersos en una guerra por la conquista de Jerusalén. Estamos en la época de la segunda cruzada, y este título quiere trasladarnos a todos los bandos. En la primera parte de la campaña, que nos sirve como introducción, lucharemos del bando de los cristianos. En la segunda parte estaremos del lado de Ricardo y tendremos que resolver básicamente sus errores estratégicos. Por último defenderemos la causa de Saladino y defenderemos la causa de la Media Luna.

La campaña es bastante breve, únicamente ocho misiones más las del tutorial. Se hace bastante corta para ser uno de los modos principales del juego, por lo que al final sirve poco más que para contextualizar el título, quedándose como algo insulso.

A pesar de lo breve de esta, el título no se queda ni mucho menos escaso, ni en duración ni en diversión. En primer lugar tendremos las clásicas escaramuzas, que se podría decir que funcionan como una especie de campaña secundaria. Contaremos con las propias de la historia y además podremos personalizarlas nosotros mismos. Realmente completarlas todas nos ocupará un buen número de horas.

Evidentemente contamos con un modo online. Por un lado podremos escoger enfrentarnos contra hasta 8 jugadores. Por otro, disponemos de un innovador cooperativo en el que compartiremos la gestión de nuestro castillo con un amigo.

Por si esto nos pareciese poco, tendremos un editor de escenarios en el que dispondremos de total libertad para crear nuestro propio mapa y poner a nuestras tropas a combatir.

Pueblos en guerra

La jugabilidad es uno de los apartados mejor cuidados de este Stronghold Crushader 2. En esencia es bastante similar al título original, sin embargo cuenta con ciertas mejoras que lo hacen más atractivo y accesible.

En primer lugar tenemos un amplio tutorial en el que se nos explican los fundamentos básicos de la batalla y de la gestión de recursos. Respecto a la primera, no difiere en exceso de los clásicos simuladores de castillos. Tendremos un buen número de tropas y máquinas de asedio que van desde simples campesinos armados hasta poderosos caballeros templarios o catapultas. Cada uno tendrá su especialidad y aportará sus habilidades especiales a la batalla, tanto a pie como a caballo. Además contamos con opciones curiosas como lanzar partes de animales para provocar infecciones y enfermedades en el ejército enemigo.

En general la variedad de unidades es grande, sin embargo hay que reconocer que los soldados son demasiado similares entre facciones, se echa en falta una mayor localización de los ejércitos y esto es algo que le resta cierto encanto y realismo a la experiencia.

La gestión de los recursos, antes mencionada, es uno de los apartados más originales y bien implementados de este juego. Al contrario que en otros títulos, en los que los aldeanos se crean basándose en materiales, aquí usaremos un sistema de fidelidad basado en tener contento a nuestro pueblo. Para ello tendremos que distribuir correctamente nuestro oro y nuestros materiales, ya que nuestros vasallos tienen exigencias, y cuántos más sean, más nos costará mantenerlas. Tendremos que proporcionales dinero, comida, diversión y fe, lo suficiente como para mantener su felicidad pero sin comprometer la economía del imperio.

Dispondremos de hasta 500 unidades humanas y 200 edificios. Estos se distribuirán entre edificios civiles, industriales y militares. Estos serás necesarios para alojar, alimentar, almacenar y forjar armamento. La interacción de nuestros habitantes con ellos está bastante lograda, viendo como trasladan materiales o se refugian en caso de ataque. En este punto también resulta indispensable la estrategia para optimizar nuestra producción y sobre todo no sufrir pérdidas civiles en el proceso de abastecimiento.

Otro de los puntos sorprendentes de la saga es la importancia de la orografía y de las condiciones climáticas. Montañas y ríos son de vital importancia a la hora de organizar nuestro ataque y defensa. Unos arqueros apostados en lo alto de una montaña pueden ser realmente dañinos contra un convoy que viene hacia nosotros. Además contamos con el factor climático que será implacable con nosotros y nos enviará tormentas y tornados que destrozaran nuestro pueblo.

La ambientación de la batalla

El diseño de este Stronghold Crusader 2 está muy cuidado, al igual que el resto del juego. Contamos con gráficos 3D, que lucen mucho más que los del título original, y diseños de unidades y edificios bastante logrados. Sin embargo estamos ante mapas bastante pequeños y en general demasiado vacíos. Eso sí, en el momento que congregamos a centenares de tropas en el campo de batalla hay que reconocer que luce bastante espectacular. Realmente la jugabilidad y lo épico de las batallas suplen las carencias de tamaño.

En general, el nivel de detalle no es demasiado bueno, y es justo señalar que gráficamente se queda algo escaso, demasiado cercano a su predecesor. Hay que decir en su favor que la ambientación le viene como anillo al dedo y no necesita de grandes alardes técnicos para recrear los desiertos en los que se ambientan las cruzadas, por lo que al final, aunque no impresiona ni mucho menos, se ha conseguido que el resultado sea correcto.

Hablando del apartado técnico, hay que decir que el título está muy bien optimizado, no hay tirones ni caídas de frames, por lo que la jugabilidad no se ve para nada afectada. Durante el juego online no hemos experimentado ningún tipo de lag, incluso cuando han coincidido 8 jugadores en la misma partida. Al final, reiteramos que las carencias son más un tema de detalle gráfico que de funcionamiento.

La banda sonora le va muy bien y cumple su cometido. No tenemos temas especialmente potentes ni épicos, pero si merece la pena apreciar la música que suena mientras intentamos recuperar Tierra Santa.

Stronghold Crushader fue un título de referencia en su lanzamiento, allá por el año 2001. Tras varios fiascos, Firefly Studios por fin le ha entregado a los fans su digno sucesor. Esta segunda parte mantiene la esencia de la primera y la mejora en muchos aspectos. Muy buena jugabilidad, una gran cantidad de modos de juego y la epicidad de las batallas combinada con la interesante gestión de recursos, hacen de este título un gran exponente de la simulación en tiempo real. Su mayor defecto recae en el apartado técnico y artístico, que aunque está bastante logrado, con un poco más de trabajo y dedicación, podría haber llegado a ser un trabajo sobresaliente.

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