Table Top Racing. Análisis PSVita

Table Top Racing salta desde smartphones y tablets a PS Vita con grandes vehículos del tamaño de nuestra mano y circuitos alrededor de nuestras vajillas. Vuelven los clasicos Toy Racers, surgidos a partir de aquel Micromachines de los 90, tan arcades como siempre y ahora con unos cuantos extras que siguen haciendo de este subgénero una apuesta realmente divertida.

Grandes carreras en miniatura

PlayRise Digital nos trae un juego que a muchos llenará de nostalgia tanto por el título de Codemasters antes mencionado, como por otros como el gran Toy Commander. Si bien bebe directamente sobre todo del primero, en este mercado hay que renovarse o morir, pero principalmente, mejorar. Con la indudable aportación de los creadores de Wipeout vemos importantes cambios como la cámara trasera, que nos facilitará la conducción y nos da una visión mucho más detallada y agradable de los circuitos, además de la clásica isométrica. Las características individuales de los vehículos, como estadísticas o agarre en los derrapes, harán que nuestras elecciones no se basen únicamente en el diseño, por lo que debemos escoger uno u otro según el circuito (esto será así para lograr grandes tiempos, para pasar simplemente las pruebas no tendremos que ser tan meticulosos). Todo esto a unos 60 FPS, que aunque algo inestables, nos harán disfrutar en casi todo momento de una muy buena experiencia jugable.

El control mejora sustancialmente respecto a la versión móvil, en la cual ni siquiera aceleramos nosotros, pero aun así tiene errores como asociar el retrovisor con el táctil de atrás que provocará que lo pulsemos accidentalmente. Aunque rompiendo una lanza a favor de Playrise Digital, eso es directamente fallo de fabricación de la PsVita y no de los juegos que aprovechan el panel como pueden.

Juega como quieras, gana como puedas.

Los modos de juego son abundantes y todo lo variados que pueden ser en un título de conducción. El modo principal cuenta con 4 campeonatos, de dificultad creciente, donde nos encontramos con pruebas como la clásica contrarreloj, carreras puras, persecución o carreras con objetos al más puro estilo Mario Kart. Para superarlas no se nos exigirá ganarlas sino que podremos quedar entre los 3 primeros o hacer el tercer mejor tiempo en el caso de las cronometradas, sin embargo el quedar campeón es la única forma de conseguir las 3 estrellas en cada circuito. Éstas, además de la satisfacción personal, nos darán más monedas y desbloquearán nuevos coches.

Por otro lado, tendremos varios modos más, como carreras de derrapes, eventos especiales o sencillamente carreras individuales en las que nosotros elegimos el circuito. Sin embargo esto no acaba aquí, sino que Table Top Racing incluye tanto modo online, en las que competiremos para mejorar nuestra posición en el ranking mundial, como carreras ad-hoc para competir con nuestros amigos que estén cerca.

Como vemos contamos con una cantidad de modos de juego abundante, sin embargo ni el número de coches ni el de circuitos (8 más sus versiones espejo) es demasiado grande, provocando que lleguemos a tener la sensación de estar corriendo siempre la misma carrera. Aun así, éstas (sobre todo en las que usamos objetos) son bastante imprevisibles, cosa que las hace bastante únicas.

Una habitación de juegos llena de color.

El color es parte fundamental del apartado gráfico de este Table Top Racing, recordándonos en este sentido a Mario Kart y sus magníficos circuitos, eso sí, salvando mucho las distancias entre ambos. Tenemos escenarios de andar por casa, en los que correremos alrededor de magdalenas, libros, pelotas y todo aquello que se nos pueda ocurrir, que nos devuelven a nuestra infancia y nos llenan de nostalgia. No estamos ante un título que muestre ningún alarde en este sentido pero cumple muy bien con su cometido.

El sonido  peca de pobre y simple, algo que aunque no parezca esencial sí que se echa de menos y no nos parecía demasiado complicado haberlo mejorado. Técnicamente no comete demasiados errores, aunque tampoco es un título demasiado complejo, ya que en el peor de los casos juntaremos 6 coches en un escenario estático.

En definitiva, estamos ante un juego simple pero vistoso, lo justo para ser lo suficientemente atractivo y aderezar una experiencia muy divertida.

No todo es triple A y, aunque desde aquí no justificamos la ausencia de ellos en la portátil de Sony, vemos que pueden llegar muy buenos juegos a nuestra PS Vita como es el caso de Table Top Racing. Un título simple y muy adictivo que nos enganchará durante horas. No llega al nivel de otros arcades de conducción en casi ningún aspecto, pero hablamos de que podemos adquirirlo por 5,99€, y por ese precio no se le puede exigir mucho más. Un juego con muchos modos, muchas horas y, sobre todo, muy entretenidas, además, lo puedes llevar a donde quieras. Todo esto compensa la gran mayoría de las carencias que pueda tener y las comparativas que pueda perder. Si te gusta mínimamente ese toque arcade y tienes seis euros libres en tu bolsillo, es una compra obligada.

 

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