Tyr Chains of Valhalla, lo nuevo de Ennui Studio. Análisis PS4

Tyr Chains of Valhalla

El estudio de desarrollo de videojuegos mexicano, Ennui Studio, fundado en el año 2013, deja atrás los sistema móviles para adentrarse en un mundo aún por explorar: PlayStation 4 y PC. Su primer título para estas plataformas se llama Tyr Chains of Valhalla, un plataformas veloz y frenético con una escala de dificultad bastante pronunciada con puntos que no acaban de cuajar del todo…

Para situaros un poco, en Tyr Chains of Valhalla nos ponemos bajo la piel del protagonista Tyr, una creación del profesor Oswald Din, alias O.Din, cuyo objetivo es el de, ni más ni menos, que salvar el mundo del Ragnarök. Adentrándonos en un mundo tecnológico donde la humanidad depende de mega-corporaciones como Yggdrasil, en donde las grandes compañías no conocen límite y compiten por el monopolio global. Toda esta situación desencadena una serie de power-ups que debemos obtener a lo largo de los niveles para hacernos más poderosos y poder enfrentar a todo enemigo que se cruce.

¡Paremos el Ragnarök!

El título de Ennui Studio goza de una jugabilidad clásica que tiene como objetivo homenajear a los clásicos plataformas lateral al más puro estilo de Megaman, Metroid o incluso Sonic. Tyr Chains of Valhalla bebe de ellos con una propuesta realmente frenética a la par que frustrante debido a su alta escala de dificultad y su falta de movilidad en los controles. Por tanto estamos ante el típico título de lo odias o lo amas, decisión que se ve influenciada por la propia habilidad como jugador.

Teniendo en cuenta que es el primer lanzamiento grande del estudio, es normal que encontremos aspectos a mejorar o pulir. Siendo, el primero de ellos el sistema de movimiento que en términos generales se torna bastante rudo a lo largo de toda la sesión, sobre todo a la hora de tener que escalar una pared. Nuestro personaje se mueve únicamente entre ejes X e Y sin profundidad alguna, olvidándonos, por completo, de funciones como disparar en diagonal -cuando vemos que los adversarios sí cuentan con dichos disparos- o incluso poder hacerlo mientras corremos. Esto hace que las propias acciones del protagonista sean bastante limitadas, exigiendo un esfuerzo por parte del propio jugador para adaptarse a los controles que se nos presentan.

Esta decisión de llevar la mecánica a un punto más básico, es decir clásico, es un movimiento que supone un desafío para muchos jugadores, pero también llevará a la desesperación a otros tantos. Siendo la escala de dificultad el otro tema que da para hablar en este Tyr Chains of Valhalla. El motivo del estudio mexicano es ofrecer un juego difícil de principio a fin, y la verdad que lo consiguen. De hecho cuando se le coje el truco se hace más llevadero aunque la frustración permanece. Y más cuando vemos que apenas somos recompensados por nuestro arduo trabajo, teniendo como obsequio un único punto de mejora para potenciar nuestras habilidades al acabar con un boss final. Rompiendo de raíz con uno de los pilares más importantes en un videojuego: recompensar al jugador y mostrarle el poder de ese regalo. Inconveniente que transforma la experiencia para mal, convirtiéndolo en repetitivo.

Cada nivel estará abarrotado de enemigos, algunos colocados de forma estándar sencillos de derrotar, pero otros tantos un poco más “estratégicos” que nos amargarán la vida en más de una ocasión. Algunas veces estos llegan a dispararnos incluso antes de que nosotros seamos capaces de verlos en pantalla, traduciéndose a que más de una bala llevará nuestro nombre escrito sin siquiera saberlo. Pero las cosas como son, nosotros también podemos aprovecharnos de ello y acabar con varios rivales que no aparecen en pantalla. Y no estamos diciendo que se haga un título sencillo, todo lo contrario. Varios escenarios cuentan con un cúmulo de enemigos a sortear complicados que requieren de habilidad y en ningún momento se rompe el lazo entre dificultad y jugador. A pesar de que en otros tantos sí sea así.

Los desafíos se complican un poco más cuando entran en juego las debilidades o colores de disparo. En Tyr Chains of Valhalla tenemos tres tipos: Rojo, Azul y Verde, cada uno de ellos es débil a sí mismo, estos colores nos ayudarán a derribar con más facilidad a los enemigos que encontremos en la zona indicándonos a cuál pertenecen. Mecánica que funciona realmente bien y le da un giro completamente diferente al sistema de combate, más cuando podemos encontrar power-ups repartidos por el nivel con los que conseguir diferentes estilos de disparo. Con estos poderes debemos tener cierto cuidado porque si somos golpeados con uno de ellos equipado, este desaparecerá. Debemos ser rápidos y estar atentos a cambiar al poder base antes de un golpe para no perderlo. No creemos que sea nada malo, de hecho es un toque muy personal que lo caracteriza y nutre la jugabilidad.

Por su parte, el objetivo principal de la trama no es parar a Yggdrasil, sino completar todos los niveles en el menor tiempo posible. Tyr Chains of Valhalla, como hemos dicho más arriba, entre mezcla varios géneros clásicos como Megaman y Metroid, dos títulos de los que bebe mucho en planteamiento. Pero en realidad no es un juego en el que debemos acabar con todos los enemigos de un nivel, sino de completarlo en el menor tiempo posible como si de un Sonic camuflado se tratase. Al empezar nuestra partida nos dan 60 minutos para terminar cada nivel y derrotar a su jefe correspondiente. Para ello no habrá límite de vidas, dejándonos morir cuanto queramos siempre acompañado de la penalización de que será tiempo perdido para llegar a nuestra meta. Si somos habilidosos los escenarios principales no nos llevarán más de 10-15 minutos cada uno, siendo los jefes finales a lo que más tiempo dediquemos. Si el tiempo de 60 minutos llega a su fin, se acabó la partida y toca empezar de nuevo.

Arte cibernórdico

A pesar de las trabas que podemos encontrar en lo técnico, Tyr Chains of Valhalla sorprende y destaca por un campo artístico muy creativo. El diseño de personajes tiene carisma así como un modelado en 2D de gran calidad, con buenos juegos de color e iluminación. Jugando muy bien con los diferentes efectos especiales en todo momento, sobre todo en las cinemáticas antes y después de un nivel.

Los escenarios, por su parte, están representados en 2.5D y no destacan un diseño tan personal como los personajes. De hecho, aunque cambien de apariencia y de color, algunos llegan a hacerse un tanto repetitivos. Hablando hacia lo visual, quizás hubiera sido mejor realizar todo este entorno también en 2D consiguiendo una mayor armonía entre todos los elementos. Además de que se podría haber conseguido una mejor fluidez entre personajes y escenarios.

El mezclar el estilo cibernético con la mitología nórdica le da un toque la mar de atractivo, presentándonos un campo prácticamente inédito hasta ahora sobre este gigantesco mundo. Quizás esta idea de universo no llega a estar ejecutado de la manera más correcta, debido a limitaciones, pero para el género plataformas instalado en esta ocasión le sienta la mar de bien. Lo convierte en su sello característico y el principal aliciente para disfrutar de él.

Ambientalmente nos encontramos con una playlist con tonos y melodías en la línea “ciber”, que irá variando a lo largo de los niveles y jefes finales. Una banda sonora que sonará de manera rápida y frenética de fondo, para recordarnos en todo momento que debemos ser ágiles sin entretenernos en nuestro camino si no queremos que los 60 minutos se agoten.

Conclusión Tyr Chains of Valhalla

Tyr Chains of Valhalla nos ha sorprendido por la calidad artística, pero en cuanto a experiencia de juego se queda bastante corto. La jugabilidad es algo tosca a mejorar en ciertos aspectos, está bien que sea clásica aunque esta pueda adaptarse de mejor manera a los tiempos actuales. El estilo retro-pixel, el cual le sienta de maravilla, no debe ser un inconveniente para poder ofrecer una jugabilidad más dinámica y con más posibilidades al jugador. El exceso de dificultad sin motivo alguno también es un punto que lastra, demasiado, el resultado final. Configurar una dificultad alta haciéndolo difícil y recompensando el esfuerzo del jugador está bien (saga Souls, por ejemplo), siempre y cuando se sepa su porqué. Pero en este caso no es así, simplemente está ahí y punto. Aspecto que llega a desesperar en varios momentos.

Como resumen decir que la idea del equipo mexicano no es mala y tiene varias propuestas realmente atractivas. Por lo que esperamos ver, en un futuro no muy lejano, una segunda parte o un nuevo proyecto de características similares arreglando gran parte de los fallos presentes. De ser así, podríamos estar ante un plataformas mucho más divertido, sobre todo complicado pero accesible.

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