Aunque suene a broma mala, 19 años que se dicen pronto son los que ha tardado Ramón Farina para acabar el último nivel de Super Mario Bros 3 sin que el fontanero se muriera a mitad de camino o acabara estampando el mando contra la tele de la rabia. Con 32 años ha conseguido acabarlo y da por acabada su amarga infancia junto al amargo recuerdo del fontanero que le ha impedido buscar trabajo entre otras cosas… ¿Próximo reto? esperemos que no sea el Tetris porque apañado va, de pena…
Game Over
“No he podido buscar un trabajo, tener novia o ir al instituto. ¿Cómo iba a enfrentarme a los obstáculos de la adultez sin haber resuelto un reto para niños de 10 años?”
“Llevaba más de veinte años con esa espina clavada, era frustrante no estar a la altura de lo que se esperaba de mí. Recuerdo a muchos de mis amigos riéndose en el cole porque yo no era capaz de pasarme la última pantalla. Muchos tienen ya hijos y todo”
¿Y qué opina la madre de todo esto? Le hace ilusión ver que ha pasado de la infancia a la adolescencia pero con 32 años… le da pena y para no darla…
“Recién ha dejado de ser un crío y ya empieza a comportarse como un adolescente. Está muy contestón, irascible y dice que nadie le comprende… Por un lado te hace ilusión, pero por otro te da pena”
¿Qué será de él ahora? Pues por ahora asegura que quiere disfrutar de su recién cambio a la «adolescencia» con sus 32 años y para pasarla mejor se ha hecho con una Xbox y un montoncito de juegos para empezar… Esperemos que no se estanque y se quede para toda la vida en la adolescencia… Ya sería triste.
“No sé si los videojuegos han evolucionado mucho desde el 88, pero pienso dejarme la piel en ello. Mi adultez está en juego”