War for the Overworld es un juego de estrategia en tiempo real desarrollado por Subterranean Games nacido desde un proyecto que comenzó con una campaña de Kickstarter y que nos llega ahora de la mano de Badland Games. En él, los jugadores construyen mazmorras que contienen trampas mortales para matar a los héroes y aventureros que se adentran en ellas con el objetivo de conquistar todo el mundo subterráneo para preparar el asalto del mundo exterior. El juego está inspirado en Dungeon Keeper, StarCraft, Overlord y el genio del mal, con lo cual traerá grandes recuerdos a los jugadores que hayan tenido el placer de conocer estos juegos.

Dispondremos de múltiples caminos y opciones para convertirnos en un gran señor del inframundo y dirigir nuestras tropas hacia la batalla. El juego toma lugar en las profundidades de la tierra, donde debemos construir nuestra mazmorra/fortaleza; para ello tendremos que ir reclamando el terreno y conseguir nuevos esbirros que se unan a la causa pero, cuidado, porque no siempre será la mejor estrategia expandirse sin control ya que podemos abrir el «camino equivocado» y, en segundo lugar, nuestros esbirros cobran su paga en oro y tendremos que pagarles regularmente para mantenerlos bajo control.

Tendremos que medir muy bien cómo avanzar para conseguir los distintos objetivos que se nos plantearán a lo largo de la campaña y aprender a desarrollar una estrategia competitiva para el multijugador online en la que combinar nuestras tropas con trampas, emboscadas y hechizos devastadores que nos lleven a la victoria.

El Señor Oscuro… ¿Sauron? Ah, no, pero parecido…

Visualmente nos encontramos ante un trabajo bastante bien hecho y sólido. No estamos ante un título top en el apartado técnico ni con grandes animaciones, es cierto, pero también hay que pararse a pensar en las intenciones del estudio y su objetivo. Este juego busca ser divertido y entretenido, si bien es cierto, los gráficos son una parte importante y la situación perfecta es una gran historia acompañada de unas grandes visuales.

En esta ocasión nos encontramos con unos buenos gráficos muy dignos dentro del género de estrategia en tiempo real pero, sin embargo nos encontramos con animaciones ligeramente primitivas y toscas lo que sin duda resta valor a este apartado: por ejemplo las animaciones de los hechizos que lanzaremos serán bastante simples y nada espectaculares.

Respecto al entorno visual podemos decir que está muy bien lograda la ambientación del inframundo y la estética general de las mazmorras. Vaya, que podemos estar muy satisfechos con el apartado técnico-visual del juego en general, salvo por las animaciones que nos hubieran gustado algo más elaboradas e innovadoras además de visualmente atractivas.

Tambores de guerra en el inframundo

Una gran sorpresa agradable fue la que me lleve escuchando la música de este título mientras jugaba pues si, a primera vista, podríamos esperarnos una música de fondo repetitiva y tediosa como suele pasar en juegos de estrategia en tiempo real o parecidos, aquí ha sido todo lo contrario, una banda sonora muy interesante y acorde al tema en cuestión, que nos ayuda a sentirnos como un verdadero señor oscuro dueño del inframundo.

Cuidado, no es la BSO de World of Warcraft ni de un juego triple A como Destiny pero está bastante conseguida y trabajada. Se puede notar que es algo que han querido cuidar y no dejar en una melodía repetitiva que provoque dolor de cabeza y adicción. Por otro lado, los sonidos del juego son bastantes más comunes, nada fuera de lo normal.

Disfrutaremos bastante jugado horas y horas sin parar a este juego, de hecho pasarse la campaña de golpe es una opción si tenemos el día libre, gracias a la buena música del título.

Orcos, goblins, bestias y hechizeros

Dispondremos de una gran variedad de mapas, unidades, «estructuras» y hechizos para combinar y crear una estrategia personalizada completamente para nuestra mazmorra, porque para eso somos el Señor del Inframundo. El motivo por el cual he entrecomillado lo de estructuras es porque no me gusta denominarlas como tal. Las construcciones se realizaran mediante el pago de oro para la adaptación de un recuadro de 1×1 en un tipo de terreno en concreto. La mayoría de las estructuras requieren un espacio de 3×3 (9 recuadros) para funcionar y para duplicar la estructura solo necesitaremos expandir el terreno uniendo una expansión de 3×2.

El único recurso será el oro, y será difícil quedarse sin él pues lo obtendremos picando para expandir nuestra mazmorra y de fuentes ilimitadas (tesoros). Servirá para construir estructuras y pagar a nuestras esbirros su sueldo periódicamente. Un factor añadido a lo que podría denominarse el apartado de ingeniería económica de este juego son los artefactos, pequeñas bonificaciones que encontraremos en el mapa y deberemos descifrar en el archivo para poder usarlos y obtener una ligera ventaja. También usaremos maná, pero más que un recurso es la magia disponible que nos queda, de recarga automática.

En cuanto a las unidades, serán muy diversas y variadas. Acudirán, en mayor o menor medida, a las zonas que tengamos construidas acordes con su tipo y tendrán roles únicos y habilidades diferentes. Aprender a combinarlas será la clave de una victoria en las batallas más difíciles. Por último, un gran apoyo para nuestras tropas en la batalla serán los hechizos y las trampas que nos permitirán poseer a uno de nuestros lacayos, arrojar rayos sobre nuestros enemigos y hasta bloquear caminos y colocar torretas.

Y cuidado con Volver al éter

La historia nos sitúa en la lucha por convertirnos en El Señor del Inframundo y nos servirá de guía para, progresivamente, aprender a controlar y conocer todas nuestras posibilidades. De la misma forma y gradualmente la dificultad del enemigo irá aumentando. Sin embargo, este aumento gradual y didáctico hace que sea muy fácil superar los retos que se nos plantean durante todo el juego.

Pese a esto podemos continuar la batalla no solo en partidas rápidas o rejugando alguna de las partes más emocionantes de la campaña sino que además disponemos de un modo multijugador online, un añadido esencial en estos tiempos que alarga las horas de juego hasta donde nosotros queramos. Y no es que el juego sea corto, ni mucho menos.

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Conclusión de War for the Overworld

Este nuevo título que llega a nosotros de la mano de Badland Games nos traslada a la perspectiva opuesta del conflicto al que estamos acostumbrados. Es un juego divertido y una experiencia diferente por lo cual sorprenderá a muchos positivamente. Personalmente me ha parecido muy interesante porque la forma de jugar me ha hecho sentirme como Sauron, es decir, dirigirlo todo como bien puedo desde un punto e involucrándome en la lucha lo más que puedo para asegurar la victoria y ganar poder.

Estaba acostumbrado siempre a jugar la historia desde el lado de los buenos y es bastante interesante cambiar el lado de la justicia y del bien por la dominación total del mundo y el poder. Jugando a este juego he sentido que la opción de ser el malo es una opción que debería tener la mayoría de los juegos para que así los jugadores tengamos una visión total del conflicto y del mundo en el que estamos jugando. Como dicen ahora los comerciales de Halo 5: Toda historia tiene dos caras.

Es un título divertido, dinámico y diferente que nos dará bastantes horas de entretenimiento y nos ayudará a sentirnos diferentes en una ambientación atípica, muy recomendado para los amantes del lado oscuro.

Lo mejor

• Gran variedad de estrategias.
• Amplio árbol tecnológico.
• Campaña muy entretenida y gran número de mapas.
• Banda Sonora a la altura de los grandes.
• Textos en español + VOSE
• Una forma diferente de jugar

Lo peor

• Animaciones bastante simples.
• Escasa dificultad.