De la mano de Netflix nos llega el lado más oscuro del narcotráfico contado fielmente: Narcos. Una de las revelaciones de la temporada que, junto a Daredevil, Jessica Jones y Scream, hacen que la plataforma se acentúe como líder de este sector.
Más que una serie, podríamos decir que es un documental de 10 capítulos ambientado en el Medellin de 1980, en donde un Pablo Escobar (Wagner Moura) y su primo Gustavo Gaviria (Juan Pablo Rava) están comenzando sus andaduras de lo que acabaría siendo el conocido Cártel de Medellin. Una serie no muy precisa históricamente, pero que con la combinación de imágenes reales y ficticias rompe el esquema de «basada en hechos reales» para llevarla a otro nivel. La ambientación es sublime, las selvas, los barrios marginales y realmente todos los escenarios son increíbles, sin quitarle mérito a la banda sonora de cada capitulo.
Como podréis entender, en el mundo de la droga no le puedes coger cariño a nadie, sobre todo si ese alguien va en contra de los intereses del jefe del cártel, por lo que en cada episodio veréis gente siendo asesinada tanto en el lado de la policía como en el de los narcos, aunque generalmente se nos mostrará la cara del que dispara en vez de la de la víctima. Si Escobar tenia algún problema contigo solo lo soluciona de tres maneras,¿ la buena?, un soborno, ¿la mala?, un tiro en la cabeza, ¿la peor? te tortura, te mata y acaba con todos a los que quieres. Nunca mejor dicho: plata o plomo.
Pero la serie no está contada desde el punto de vista de Pablo, sino desde el de Steve Murphy (Boyd Holbrook), un agente estadounidense de la D.E.A. cuyo mayor interés es encerrar a todos los narcotraficantes de Colombia, en especial Pablo. Sin embargo Pablo Escobar no está planteado como un villano, mas bien es un anti-héroe carismático que hace que en ciertos momentos, estemos completamente de acuerdo con él.
Una gran serie donde. por una vez, los malos son los que ganan siempre y son los buenos los que acaban heridos o muertos.
https://www.youtube.com/watch?v=FJ7B3qbj-5s