[Análisis] The Last Oricru. Un souls con una narrativa cambiante

Desde la popularización de la saga Dark Souls, muchas son las compañías que han intentado adaptar su formula. Una de ellas es el estudio checo GoldKnights que, de la mano de Prime Matter, ha apostado por este género para su título de debut. Fruto de este trabajo se ha lanzado recientemente The Last Oricru, un RPG de acción que busca diferenciarse por las ramificaciones de la trama. Tras unos días probando esta propuesta, gracias al equipo de Plaion, os dejamos nuestro análisis de la versión de PlayStation 5.

La guerra llega a Wardenia

En The Last Oricru nos ponemos en la piel de Silver, un humano que despierta sin recuerdos en un nuevo mundo. Una manera bastante manida, aunque efectiva, de ir introduciéndonos en Wardenia, que está asolado por la guerra. El protagonista irá descubriendo, a medida que avanzamos, una cruda guerra civil entre las dos razas predominantes de este planeta, los naburu y los rátidos. Aunque la historia está bien, uno de los principales problemas es el tono de su protagonista. Y es que Silver se pasa la historia entera haciendo bromas y esto provoca una inconsistencia en la trama, que pretende ser seria hablando de temas como la guerra o la esclavitud.

Pero hablando de la historia, encontramos el principal punto fuerte del juego: las decisiones. A medida que avanzamos tendremos que tomar una serie de decisiones que afectan directamente a la trama. Cada elección, incluso aquellas que pueden parecer inocuas, tendrán efecto sobre el mundo. Desde una mentira hasta tomar elegir un bando en el conflicto, son muchas las situaciones en las que nuestra decisión provocará ramificaciones que provocarán cambios hasta horas después. Puede parecer un aspecto menor, sobre todo por el genero del que se trata, pero estas ramificaciones en la historia están bastante bien desarrolladas.

Una propuesta que intenta acercarse sin éxito a los souls

En cuanto a la jugabilidad, The Last Oricru nos ofrece un RPG de acción de estilo souls. Tendremos los elementos típicos de los títulos de FromSoftware, con un combate que se basa en la energía, esquivas, parrys y una progresión basada en el farmeo de «almas». Aunque han buscado «inspiración» en la saga Dark Souls, nos han conseguido un combate que llegue ni a parecerse. El principal problema es la falta de solidez. Y es que golpear a los enemigos será bastante fácil, al igual que evitar sus ataques. Los distintos tipos de enemigos tendrán comportamientos muy fácilmente predecibles, por lo que será un paseo para cualquier seguidor del género. Esto también se aplica a los jefes, que no serán tan temibles como en otros títulos.

La progresión del personaje es mucho más rígida y no nos permite crear al personaje como nosotros queramos para avanzar. Tendremos a nuestra disposición una buena variedad de armas, que iremos consiguiendo durante la aventura. Estas armas requerirán de un tipo de estadística y el juego nos recomendará ir aumentando cosas como fuerza o destreza para poder usar las armas que vamos consiguiendo. Además, a diferencia de lo que suele pasar en el género, esta progresión parece medida para que no tengamos, ni podamos, farmear en exceso para seguir avanzando. Únicamente con lo que conseguimos al avanzar normalmente, nos llegará para subir de nivel y acabar con los jefes de manera sencilla.

The Last Oricru cuenta con un modo cooperativo bastante bien implementado. Ya sea en local o online podremos compartir la aventura al completo con un amigo, algo de agradecer y que no suele ser frecuente en este tipo de propuestas.

Un título con problemas

Uno de los principales problemas del juego es su apartado técnico. El equipo de GoldKnights es un equipo modesto y eso se nota en el apartado visual de The Last Oricru. No estamos ante un juego puntero a nivel gráfico y, tanto las texturas como los diseños en general, no son nada del otro mundo. Pero esto tampoco sería nada grave si no fuera por que, además, el juego tiene problemas de rendimiento. Y es que en algunas ocasiones el juego llega a pegar importantes tirones, en momentos de más acción. Debido al genero, donde los errores en las batallas se pueden pagar caro, estas caídas de fps nos pueden llegar a jugar malas pasadas. No es el único fallo, por que también encontramos otros pequeños buggs, pero de menor importancia. Además, a nivel técnico encontramos también podemos ver unas animaciones de combate bastante pobres y muy limitadas, ya que cada arma tendrá un par de movimientos que se repiten una y otra vez.

Conclusión de The Last Oricru

Con el título de debut de GoldKnights nos encontramos una propuesta bastante original. Un juego de rol y acción de estilo souls que se diferencia por ofrecer un sistema narrativo que depende de nuestras decisiones. Además también ofrece un curioso universo que mezcla ciencia ficción y fantasía medieval y un modo multijugador cooperativo muy interesante. A pesar de esto, el equipo checo ha querido abarcar más de lo que puede y fruto de esto nos ofrecen una jugabilidad bastante tosca y un apartado técnico con muchos más fallos de los que debería. Si bien puede llegar a entretener unas horas a los seguidores del genero, lo mejor es ir con expectativas bajas.