Hoy os traemos el análisis del segundo capítulo de The Walking Dead, EL juego de Telltale. Dos meses (o más) tenemos que esperar para poder jugar… y aunque solo es una hora y media, vale la pena. A House Divided no es el mejor capítulo pero sí que nos introduce elementos innovadores que agradecemos tras el primer capítulo.
Recordaremos momentos de la primera temporada e incluso si habéis experimentado el DLC 400 days tendréis flashes reminiscentes. Un capítulo cargado de tensión, decisiones y que por fin, nos hará dudar. ¿Matar o no matar? ¿Ser amigas o no? Telltale va mejorando con esta temporada.
No os vamos a hacer spoilers del argumento pues también irá dependiendo de las decisiones que hayamos tomado en el primer capítulo. Lo principal y que no cambia es que empieza con la decisión final de All that remains. Una vez pasados los hechos, llegamos a la casa con el nuevo grupo que nos ha acogido pero que está cargado de cierta hostilidad… por ejemplo, Rebecca no nos quiere cerca. Dos miembros están fuera desaparecidos y Carlos junto a los demás van a buscarlos.
Solo tienes un deber, no abrir la puerta a nadie. Pues bien, Clementine, como no, la abre al primer sospechoso que llama. Sarah, la hija de Carlos, se esconde de forma que el visitante no la descubra y esta no te contará el porqué. El desconocido se llama William Carver y según dice, es “su vecino”. Un vecino algo peculiar, entra a sus anchas buscando a algún miembro del grupo y cuando ve que no hay nadie, se va.
Esta es la base sobre la que se asienta el capítulo. Más tarde viviremos primeras experiencias, decisiones y lo que más nos ha gustado, un recuerdo de la primera temporada (a jugar si queréis saber de lo que hablamos).
Técnicamente no cambia… el dibujo perfilado y detallado a la vez conforma la estética de toda la serie y no esperamos, ni queremos, que cambie. Para seleccionar cualquier objeto veremos que habrá un punto que lo marcará y al que tendremos que llevar nuestro “puntero”. Habrá hasta cuatro posibilidades para escoger pero aún no se han tantas juntas para escoger. Las respuestas sí que serán para escoger y en un tiempo limitado así que habrá que leer bien rápido para asimilar todo y elegir.
Ya veis que nada cambia. Manejaremos a Clementine, que irá madurando a medida que avance la historia y siempre teniendo presente nuestras elecciones. No hay dificultad para escoger y de media se hace normal tirando a fácil. No hay puzles donde haya que estrujarnos las neuronas, no habrá obstáculos que ralenticen la odisea (aparte de algún caminante) y tampoco habrá acción hasta el final. Lo que queremos decir con esto es que aunque es un capítulo muy “humano” es tremendamente fácil y si a uno no le gusta el guion, le puede llegar a aburrir.
La música tampoco destaca, solo se respeta la melodía base del menú y por lo demás… nada que nos ponga los pelos de punta. El lag ya es algo que viene de serie y del que parece que nunca nos desprenderemos. Tiempos de carga enormes, algún que otro error que nos para la consola… estamos llegando a un punto en el que hay que darle un toque de atención a Telltale.
La supervivencia sigue siendo la clave. Ya sea individual o colectiva, lo que nos interesa es seguir vivos y que acabe ese Apocalipsis zombie. Lo que se nos plantea desde la temporada 1 es ¿quieres vivir esta aventura solo o acompañado? ¿Qué es más importante? ¿El estar supeditado a un grupo o vivir sin ataduras? De ahí el lado “humano” que he comentado, The Walking Dead mete de lleno al espectador.
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En definitiva, la temporada está subiendo pero de puntillas. No estamos disfrutando de la misma forma que con la primera, a estas alturas ya estábamos pidiendo de rodillas el capítulo 3 y ahora podemos esperar sin problemas.