“El mejor episodio del juego”, “Una obra maestra”, “Nos dan ganas de vivir mucho más”… con estas palabras nos introdujo Telltale Games su cuarto capítulo de The Walking Dead Season 2: “Amid the Ruins”. Sinceramente, sigue sin gustarnos. Es cierto que sube el nivel de los anteriores (tampoco es muy difícil) pero no lo llamamos “el mejor episodio del juego”.

Por fin verdaderas decisiones que influirán en el resto de la trama, tensión, división del grupo… se pone interesante pero ¿llegará al menos a la mitad de los capítulos de la primera temporada? Ahora os lo contamos.

¡Que vienen los rusos!

Al igual que los demás análisis, no queremos hacer spoilers pero sí que habrá algunos momentos que contaremos para guiaros a través de la aventura. El capítulo comienza con el final del tercer capítulo, esa terrible decisión sobre si cercenar o no. Kenny estará muy afectado de las dos maneras y tú, Clementine, por ser la responsable, te tocará hablar con él. Puede estar muy enfadado contigo o puede estar melancólico imperdible… pero tranquilos, todo tiene solución.

Por otra parte, una vez terminada la dictadura de William, el grupo se dividirá para escapar y Clementine buscará a los supervivientes para volver a formar el grupo. Tras haber reunido a unos cuantos, la siguiente tarea es buscar materiales: agua, mantas… todo para que Rebecca tenga un buen parto. Buscar alojamiento forma parte también de esta odisea y nuestra pequeña (pero matona) protagonista se juntará con Jane para buscar un cobijo.

Tras encontrar un techo y un lugar donde el bebé pueda nacer medianamente a salvo, un joven ruso, cojo, aparece. Jane, siempre desconfiada, quiere matarlo pero nosotros lo evitaremos. Tras varias preguntas y sospechas sobre qué lleva en la bolsa descubrimos que tiene medicinas y ahí es donde se nos plantea el dilema moral: medicinas ¿qué hacer? ¿Quitárselas y salvarnos o por otro lado dejárselas para que salve a “su hermana”?

La decisión siempre es del jugador… dejando atrás a este suceso, todos suben al refugio en el que Rebecca dará a luz. Sorpresas da la vida que nos encontramos a Luke, en vez de estar trabajando, liándose con Jane pero nuestra visita les estropea el “buen ambiente”.

A continuación y tras una fría despedida de Jane, el niño saldrá. El siguiente obstáculo que habrá que superar es el invierno y más zombies… muertes, zombies y un grupo sorpresa de supervivientes, de todo hay en este capítulo pero ¿es suficiente?

La decisión, esa gran desconocida

No es suficiente. La primera temporada nos había hecho temblar, estremecernos de miedo, de tensión pero también cogerle cariño a casi todos los personajes. En cambio, estamos en el penúltimo capítulo y Rebecca no inspira confianza (a pesar de su estado), Jane es monótona en cuanto a carácter, Kenny se nos ha vuelto loco y toda la nostalgia que habíamos cogido, desaparece. Pasa lo mismo con el resto de personajes y eso no es propio de un magnífico “storytelling”. De hecho, lo veremos en los premios que reciba.

Como podéis ver no hemos hablado de gráficos porque no se distingue ningún cambio respecto a los anteriores capítulos. La dificultad sigue siendo mínima, el único reto es tener psicología en las conversaciones con algunos personajes. Música, lag… nada cambia.

La tercera temporada ya ha sido anunciada y ahora nos queda jugar al último capítulo ¿será alguna forma de remediar esta catástrofe? ¿En serio se considera esta temporada mejor que la anterior? Desde nuestro punto de vista, como podéis ver, es todo lo contrario.

Conclusión

“Amid the ruins” se ha convertido en esa luz al final del largo camino pero a la que aún no hemos llegado. “No going back” es el último capítulo de esta temporada y aunque no lo parezca, estamos ansiosos por jugarlo porque tenemos esperanza. ¡Allá vamos!